LA BATALLA DE TABLADA, LA
CRUENTA VICTORIA MUSULMANA SOBRE LOS VIKINGOS
Los vikingos llevaban meses saqueando
poblaciones costeras del Emirato de Córdoba, lugares como Medina Sidonia y
Cádiz, pero no solo eso, las tropas nórdicas consiguieron remontar el
Guadalquivir y saquear la ciudad de Sevilla durante una semana. Los habitantes
de la ciudad sufrieron, según los historiadores musulmanes, los terrores del
encarcelamiento o la muerte, terrores de los que ni siquiera se libraron los
animales de carga.
Nada más enterarse de la caída
de Sevilla, el Emir Abderramán II organizó rápidamente un ejército para
socorrer la ciudad. Las tropas se reunieron en Córdoba y partieron de inmediato
a la actual comarca de Aljarafe. Allí, ambos bandos se enfrentaron en numerosas
ocasiones, los resultados variaban de un enfrentamiento a otro hasta que
finalmente los musulmanes se impusieron de forma aplastante en la batalla de
Tablada.
Según las crónicas musulmanas,
30 naves vikingas fueron quemadas y cerca de 20.000 invasores perecieron en
combate, cifras muy exageradas ya que lo más probable es que la cifra real
oscilase entre los 500 y los 2.000.
Tras la batalla, los supervivientes nórdicos que consiguieron escapar saquearon la localidad de niebla y prosiguieron su viaje por la costa noroccidental de África. Otros fueron hechos prisioneros y forzados a servir en la guardia del Emir, llegando a asentarse cerca de Sevilla.
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