sábado, 29 de marzo de 2025

LA TOMA Y RECONQUISTA DE LA CIUDAD DE ALMERIA A MANOS DE LOS REYES CATÓLICOS


LA TOMA Y RECONQUISTA DE LA CIUDAD DE ALMERÍA A MANOS DE LOS REYES CATÓLICOS




La toma de Almería no fue nada sencilla, es más, hubo varios intentos fallidos. A principios del S. XII las tropas del Rey Alfonso VII de León consiguieron tomar la ciudad pero esta permaneció en manos cristianas durante diez años. Los Reyes Católicos también lo intentaron en 1488 sin derramar una sola gota de sangre, únicamente realizando importantes donaciones al valí de Almería, Yahía Al-Nayar. La capitulación de la ciudad estaba asegurada con el gobernador de Almería pero ‘El Zagal’, el penúltimo Emir de Granada, descubrió la traición a tiempo, se puso al frente de la ciudad, cerró las puertas y reforzó las defensas. Ante este hecho las tropas cristianas optaron por la retirada.

Tras el fallido intento de conquistar Almería, los Reyes Católicos cambiaron de estrategia y centraron sus esfuerzos en los frentes del interior de Granada. De esta forma, un año después, cercaron Baza, localidad que capituló a principios de diciembre de 1489.

Al caer Baza, los Reyes Católicos consiguieron pactar con ‘El Zagal’ la rendición de Guadix y Almería sin derramamiento de sangre. La rendición de Almería se produjo el 21 de diciembre de 1489 cuando ‘El Zagal’ hizo entrega de las llaves de la ciudad a Fernando ‘el Católico’. El monarca aragonés no hizo su entrada triunfal en la ciudad de Almería hasta el 23 de diciembre. Su esposa Isabel ‘la Católica’ lo hacía un día después.

Los Reyes Católicos pasaron el día de Navidad de 1489 en Almería y un día después, tal día como hoy de 1489, asistieron a una misa solemne en la mezquita de la Alcazaba tras la cual se colgó su pendón en lo alto del templo. Este hecho hizo oficial la toma y conquista de Almería.

 

LA REBELIÓN DE LAS ALPUJARRAS, EL ALZAMIENTO EN ARMAS DE LA POBLACIÓN MORISCA

 

LA REBELIÓN DE LAS ALPUJARRAS, EL ALZAMIENTO EN ARMAS DE LA POBLACIÓN MORISCA




El 24 de diciembre de 1568, la pblación morisca del antiguo Reino de Granada se alzaba en armas como protesta contra la Pragmática Sanción que un año antes había aprobado el Rey Felipe II. De esta forma se iniciaba la Rebelión de las Alpujarras.

La Pragmática Sanción establecía la nulidad de los contratos redactados en árabe e imponía un plazo de tres años para que los moriscos aprendiesen el castellano entre otras medidas. En esta línea restrictiva se encuadraba la decisión de arrebatar las tierras a todos aquellos que no tuvieran un título de propiedad, un serio problema para una comunidad que, en su mayor parte, no disponía de dicho título.

Las duras medidas de Felipe II contra los moriscos hicieron que estos se alzasen en armas tal día como hoy de 1568 en la aldea de Béznar, lugar en el que los insurgentes reconocieron a Aben Humeya como su Rey.

La rebelión se prolongó durante dos años. Una realidad que fue posible gracias a la ayuda prestada a los insurgentes por parte de los bereberes del norte de África y del Imperio Otomano. Eso y que la mayoría de los ejércitos de Su Majestad se encontraban luchando en Flandes.

Durante la rebelión, el terror se apoderó de la Alpujarra granadina y el temor a una nueva reconquista musulmana acechó la Corte. Ni el propio Felipe II disimuló la gravedad de los acontecimientos y no le quedó más remedio que llamar a su hermanastro, Don Juan de Austria, para sofocar la rebelión. Lo consiguió en el verano de 1570.

Tras la Rebelión de las Alpujarras, todos los moriscos del antiguo Reino de Granada fueron desterrados y dispersados a lo largo de los territorios de la Corona de Castilla, todos a excepción de aquellos pertenecientes a la administración pública, los esclavos, los menores de 14 años y los mayores de 70.

 

EL DICCIONARIO ÁRABE-CASTELLANO QUE AYUDÓ A CONOCER EL DIALECTO ANDALUSÍ

 

EL DICCIONARIO ÁRABE-CASTELLANO QUE AYUDÓ A CONOCER EL DIALECTO ANDALUSÍ




El 5 de febrero de 1505, el librero Juan Varela de Salamanca imprimía en la ciudad de Granada ‘Vocabulista arábigo en letra castellana’, el primer diccionario árabe-castellano de la historia, una obra escrita por el religioso jerónimo Fray Pedro de Alcalá que ha permitido conocer con precisión el dialecto andalusí.

‘Vocabulista arábigo en letra castellana’ es una obra de importancia capital para el estudio de la historia de lexicografía española-árabe. Se trata del primer diccionario árabe-castellano de la historia y la primera obra de lexicografía bilingüe española que tiene como lengua extranjera de destino una lengua que no sea el latín.

La principal causa de la elaboración del primer diccionario árabe-castellano figura en el prólogo de la obra, prólogo que se encuentra dedicado a la persona que encargó dicho diccionario, el arzobispo de Granada, Hernando de Talavera, quien pidió al religioso Fray Pedro de Alcalá llevar a cabo la obra ‘Vocabulista arábigo en letra castellana’ para poder comunicarse con los musulmanes de Granada recién convertidos al cristianismo. “…y tan crecido provecho a los proximos, y non menos a los nueuos conuertidos a nuestra sancta fe católica que a los viejos cristianos, que tanta necesidad tienen de ser predicadores y maestros delIos. Ca assi como los aljamiados pueden por esta obra saber el arauia, viniendo del romance al arauia, assi los arauigos, sabiendo leer la letra castellana, tomando primero el arauia, ligeramente pueden venir en conocimiento del aljamia”, escribe Pedro de Alcalá en su prólogo.

El diccionario se encuentra dividido en tres partes. Una primera en la que Pedro de Alcalá explica la pronunciación de las letras en la variante granadina del árabe. Una segunda que se trata del diccionario propiamente dicho y una tercera en la que se encuentra la transcripción en español.

 

LA CAIDA DEL ÚLTIMO REINO MUSULMÁN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

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LA CAÍDA DEL ÚLTIMO REINO MUSULMÁN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

El Sultán 'Boabdil' hizo entrega a los Reyes Católicos de las llaves del Reino de Granada el 2 de enero de 1492

la Península Ibérica vive un hecho histórico, el Sultán ‘Boabdil’ hace entrega a los Reyes Católicos del último Reino musulmán de la Península Ibérica, el Reino de Granada.

¿CUÁNDO CAE EL REINO DE GRANADA EN MANOS DE LOS REYES CATÓLICOS?

La rendición tiene lugar después de que el 25 de noviembre de 1491 se produjese la firma de las Capitulaciones de Granada, acuerdo que, en un principio, contemplaba la capitulación del último Reino Musulmán de la Península Ibérica el 6 de enero de 1492, sin embargo, el Sultán ‘Boabdil’, temeroso de una sublevación por parte de aquellos que se oponían a la entrega de la ciudad, adelantó la rendición del Reino de Granada al 2 de enero de 1492.

¿CÓMO FUE LA ENTREGA DE GRANADA, EL ÚLTIMO REINO MUSULMÁN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA?



La entrega de Granada se realizó en el entorno de una de las puertas de la ciudad. Tal y como se había acordado previamente, el Sultán ‘Boabdil’ acudió al encuentro de los Reyes Católicos montado a caballo al frente de los suyos. Lo hizo, hasta encontrarse frente a los monarcas cristianos. En ese momento, el Sultán nazarí se bajó del caballo e intentó postrarse ante Fernando ‘el Católico’ al mismo tiempo que le hacía entrega de las llaves de la ciudad, pero el Rey aragonés se lo impidió.

Para llegar a este momento tuvieron que pasar diez largos años de guerra‘Boabdil’ resistió todo lo que pudo pero, cuando los Reyes Católicos le garantizaron una serie de derechos a los musulmanes, entre los que se encontraban la tolerancia religiosa a cambio de una rendición incondicional, este renunció a su Corona.

Cuenta la leyenda que ‘Boabdil’, tras abandonar Granada, no echó la vista atrás hasta llegar al último lugar del camino del valle de Lecrín desde el que se podía divisar la bella ciudad, momento en el que comenzó a llorar. Su reacción hizo que su madre, la poderosa Sultana Aixa, le dijese: “Llorad como una mujer lo que no supisteis defender como un hombre».

Por su parte, los Reyes Católicos no hicieron su entrada triunfal en las calles de Granada hasta el 6 de enero de 1492Se ponía de esta forma punto y final a un periodo que, con el paso de los siglos, recibiría el nombre de ‘La Reconquista’, aunque eso, es otra historia.

Rodrigo Paz

viernes, 28 de marzo de 2025

CAMPERO MALAGUEÑO

 

CAMPERO MALAGUEÑO

Este manjar de comida rápida aun no lo he encontrado en otro lugar que no sea en Málaga.

Además, los camperos son baratos y están buenísimos.


Para los que no hayan oído hablar de lo que es un campero, es primo lejano de la hamburguesa. Esta elaborado con pan tostado redondo de masa esponjosa, y crujiente despues de pasarlo por la sandwichera (nada que envidiar al típico pan de hamburguesa), relleno por dentro con jamón de york, queso, pollo, lechuga, y mayonesa, etc.., y luego pasamos por la sandwichera, para que este caliente Si te ha parecido poco como la cocina es un mundo libre, también puedes añadirle beicon, huevo, rodajas de tomate, lo puedes preparar con ingredientes a tu gusto, para que no se diga que te has quedado con hambre.


¡Buen provecho!

jueves, 27 de marzo de 2025

BOLAS DE PAPAS RELLENAS

 

BOLAS DE PAPAS RELLENAS

Ingredientes

1 K de pure de patatas caliente

2 Huevos grandes, ligeramente batidos

3 Cucharadas de mantequilla o margarina

2 Cucharaditas de maicena, y un poco más para espolvorear

2 Cucharadas de  aceite de oliva

500 gr de carne molida4 Cucharadas de tomate frito con o sin cebolla

4 Cucharadas de salsa de tomate

2 Cucharaditas de orégano seco

Sal al gusto

Aceite vegetal para freír (girasol)

 

Elaboración

En un bol grande, mezclamos el pure de patatas caliente, los huevos, la mantequilla y 2 cucharaditas de maicena, mezclamos muy bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados en una masa homogénea. Reservamos y dejamos enfriar.

En una sartén, calentamos el aceite de oliva a fuego medio alto, agregamos la carne molida y cocinamos  durante 6-8 minutos, removiendo para que todo se cocine y se deshaga.

Añadimos a la carne el sofrito, la salsa de tomate, el orégano y la sal al gusto. Mezclamos bien, bajamos el fuego y cocinamos a fuego lento removiendo de vez en cuando durante 10-15 minutos. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Espolvoreamos nuestras manos con maicena. Cogemos una bola de  la masa de pure de patatas, hacemos una bola y a la vez hacemos un hueco en el centro de la bola y rellenamos el hueco con la mezcla de carne, cerramos procurando que este bien cubierto el relleno, si falta añádele un poco más de pure de patatas. Formamos una bola, espolvoreamos ligeramente la bola con la maicena restante.

Repetimos la operación hasta agotar la mezcla.

Llenamos una sartén o freidora con aceite caliente a 190º y una vez caliente el aceite, freímos las bolas de papas rellenas hasta que estén doradas aproximadamente 6-8 minutos, dándole subvente la vuelta para que se doren por todos lados.


Sacamos y poneos sobre papel absorbente de cocina para quitar el exceso de aceite.

¡Buen provecho!

 

Consejos

Si la masa de patatas sigue demasiado blanda y pegajosa, añádele un poco más de maicena. También puede ser útil ponernos guantes de plástico para evitar que se peguen.

Al agregar las papas rellenas al aceite caliente, las movemos con mucho cuidado durante unos segundo para evitar que se peguen a la sartén o al cesto de la freidora.

Hay algunas cosas que puedes hacer ya que la cocina es un mundo libre. Omitir la carne y rellenarlas con un trozo de queso.

Añadir un poco de cebollas picadas a la mezcla de carne molida al cocinarlas.

domingo, 23 de marzo de 2025

LA CIENCIA EN LA GRANADA ISLAMICA

 

-LA CIENCIA EN LA GRANADA ISLÁMICA-

La ciencia en al-Andalus, como el resto de manifestaciones culturales y artísticas, sigue un lento proceso de asimilación de unos conocimientos llegados del Oriente islámico en los que se funden la tradición indo-irania y, sobre todo, la helenística, para iniciarse a mediados del s. X como una ciencia con características y aportaciones originales.

En Granada se experimenta, sin grandes diferencias, el mismo proceso evolutivo que el resto de territorio andalusí, salvo un hecho aislado que se produce a mediados del siglo IX. En esta fecha temprana el alfaquí e historiador nacido en la cora de Ilbira, Abd al-Malik Ibn Habib, redacta un tratado de medicina considerado el más antiguo de los andalusíes conservados. La obra, pese a estar inscrita en el género de la denominada Medicina del Profeta vigente en la época, con prácticas mágico-creenciales, refleja una tímida introducción de elementos racionales derivados de las teorías hipocrático-galénicas, adquiridos por el autor durante su larga estancia en Oriente.

 


Tras este caso excepcional habrá que esperar a que la dinastía zirí, de origen beréber, se instale en Granada en el siglo XI para tener noticias de alguna actividad científica en ella. En los últimos momentos del califato de Córdoba algunos de sus científicos se refugian en la recién surgida taifa zirí, igual que en los restantes reinos de taifas expandidos por todo el territorio andalusí, entre los que destaca el matemático y astrónomo Ibn al-Samh. Este autor iniciará en la corte granadina el interés hacia la astronomía que perdurará hasta su desaparición en 1090 y se prolongará hasta el final del reino nazarí; junto a ella convivirá su manifestación práctica, la astrología. Esta inclinación es patente incluso en el último de sus monarcas, Abd Allah, en cuyas Memorias se encuentra una de las escasas referencias seguras a una concepción física del cosmos, con unas curiosas estimaciones del tamaño de los planetas, diferentes a las comúnmente aceptadas.

En los últimos años de la taifa zirí y comienzos de la época almorávide destaca la figura de al-Tignari, gran poeta y literato que, como otros muchos hombres de ciencia andalusíes, cultivó diversos campos del saber, caso de la medicina y la botánica aplicada, además de las disciplinas antes señaladas. Fue especialmente conocido por el tratado agrícola que compuso, uno de los más claros y sistemáticos de los redactados en al-Andalus, tal vez el que refleja de forma más directa y concreta la realidad agrícola andalusí y, de forma especial, la del territorio granadino, aportando una valiosa información de carácter lingüístico y botánico, junto a otra relativa a prácticas locales. Este tratado, en el que una teoría racional va acompañada de una experiencia vivida y constatada, lo dedicó al-Tignari al gobernador almorávide de Granada.

Aparte de esta figura puente entre los dos períodos históricos correlativos, no volvemos a encontrar autor ni acontecimiento científico digno de resaltar hasta alcanzar la época nazarí, pese a que la etapa almorávide y almohade fue un período particularmente activo en el campo de las ciencias.



El período que cubre el reino nazarí (s. XIII-XV), tal vez por ser más amplio temporalmente y de mayor trascendencia en numerosos aspectos, fue más rico –o al menos, más conocido- que la etapa anterior, aunque ya en él se inicia el declive de la ciencia. La materia científica que más interés suscitó en el reino granadino fue la medicina que, como en épocas anteriores y en todo el territorio andalusí, aparece estrechamente ligada a la botánica y farmacología. Le siguen la astronomía (astronomía matemática, dedicada al cálculo de las posiciones planetarias, cosmología y construcción de instrumentos astronómicos) y las matemáticas en sus diversas ramas (matemáticas en general, aritmética y geometría teórico-práctica), aunque la astronomía acabó absorbiendo como ciencias auxiliares a las matemáticas y geometría. La astrología, como sucede a lo largo de la Edad Media, va a seguir estando muy unida a la astronomía, en calidad de rama aplicada o práctica de la misma.

Son varias las causas del auge que alcanzan tanto la medicina como la astronomía en el período nazarí. En primer lugar, va ligado al interés que algunos monarcas demostraron por estas ciencias, ya dedicándose ellos mismos a su estudio, ya protegiendo a quienes las desarrollaban. Entre estos monarcas que desempeñan un mecenazgo decidido destaca Muhammad II, que protegió a médicos y astrónomos e impulsó la creación de una escuela científica en la que se forman diversos médicos que después ejercen en la corte. Las principales figuras aglutinantes que desempeñan una labor de magisterio en ésta y otras escuelas cortesanas suelen tener una formación adquirida fuera del reino nazarí, especialmente en la corte de Alfonso X, como es el caso de al-Riquti e Ibn al-Raqqan. Otros realizan sus estudios en Oriente y en el Magreb, para después instalarse en Granada.

Este decidido apoyo de determinados monarcas se plasma también en la fundación (1349), en tiempos de Yusuf I, de la madraza, en la que se imparte la medicina de modo oficial, aunque se sigue manteniendo la tradicional enseñanza de ésta y otras disciplinas en las casas y en las escuelas coránicas. Una nueva iniciativa de gran transcendencia por parte de otro soberano nazarí, Muhammad V, fue la fundación del que parece haber sido el primer maristán u hospital de al-Andalus.

Otro factor importante en el desarrollo de las ciencias fue el intercambio científico y cultural que tuvo lugar entre Granada, los reinos cristianos fronterizos, el norte de África y los países islámicos orientales. En ellos hay que destacar los que se producen con el Magreb, donde se está originando un importante desarrollo cultural y científico potenciado por las figuras que allí se refugian ante el avance cristiano. En cuanto a los contactos con Oriente, no son suficientes para introducir en el reino nazarí las aportaciones de la renovación científica que se desarrolla allí a partir del XIII; también aparecen en la Granada nazarí ciertos indicios de una influencia cultural y científica de los reinos cristianos, especialmente de la corte de Alfonso X.

La medicina existente en el reino nazarí va desde la erudita o racional que se ejerce en la corte hasta la popular, de magia y curanderismo, que se desarrollará sobre todo a partir del siglo XIV. La mayoría de los médicos comparten su interés por esta ciencia con otras materias, como sucede con Ibn al-Jatib, conocido historiador, literato, filósofo y político. En el campo de la medicina son varios los autores en los que su dedicación a ella es una tradición familiar, caso de algunas de las más destacadas figuras; como ejemplo aislado encontramos a una mujer, Umm al-Hasan, que estudió medicina en Loja.

Esta rama de la ciencia sobresalió en la Granada nazarí por la labor realizada por los médicos granadinos con ocasión de la gran epidemia de peste bubónica, la llamada Peste Negra, que se extendió por Europa en el siglo XIV. Posiblemente, la novedad más destacable fueron las medidas profilácticas a adoptar por la población propuestas por tres grandes médicos que también destacaron en otras parcelas del saber, el ya citado Ibn al-Jatib, junto a Muhammad al-Saquri e Ibn Jatima. Se recurrió, como en épocas pasadas, a las fumigaciones con diversas materias aromáticas para sanear la atmósfera, se prescribió una dieta estricta en la que se prohibían los alimentos dulces y se aconsejaba evitar la carne, al tiempo que se recomendaban las verduras y aderezar las comidas con vinagre fuerte. No obstante, los médicos nazaríes se anticiparon a los del occidente europeo al señalar la importancia del aislamiento y los peligros de la contaminación por contacto, cuya existencia había sido establecida por la experiencia. En definitiva, estos médicos granadinos dieron muestras de una innegable perspicacia, denotando un claro progreso tanto en la teoría como en la práctica de sus predecesores.

En cuanto a la segunda ciencia en importancia, la astronomía, podemos distinguir entre una astronomía teórica y la construcción de instrumentos, y otra de carácter práctico que determina la posición de los astros por medio de tablas. Destacan los astrónomos Ibn al-Arqam al-Numayri, quien introdujo en al-Andalus el astrolabio lineal, así como Muhammad Ibn al-Raqqam, autor de unas tablas astronómicas. Otras figuras importantes fueron Hasan y Ahmad Ibn Baso, padre e hijo respectivamente, astrónomos y constructores de instrumentos. Ambos desempeñaron en la mezquita aljama de Granada el cargo de muwaqqit, consistente en ocuparse de todas aquellas cuestiones astronómicas relacionadas con el culto, por ejemplo, para elaborar los calendarios que servían para indicar las horas del culto o para establecer la dirección de la alquibla.

Siguiendo la tradición agronómica iniciada siglos atrás por al-Tignari, el almeriense Ibn Luyun compuso a mediados del siglo XIV, un año antes de su muerte, una obra agrícola en verso en la que resume las obras de agrónomos anteriores, especialmente la de su predecesor granadino.

Relacionadas con la agronomía se desarrollan técnicas de regadío, con la construcción de norias y sistemas de captación de agua. En época nazarí se produce un notable auge de los textos sobre hipología, dedicados al caballo pero, a diferencia de los tratados agrícolas, que solían incorporar temas dedicados a la veterinaria, éstos estaban orientados más al arte de la guerra o de la equitación que a la veterinaria.

Dentro de la tecnología hay que destacar el uso de la pólvora en las armas defensivas, utilizándose por primera vez en al-Andalus en el sitio de la fortaleza de Huéscar, en tiempos de Ismail I en 1324. En líneas generales, el nazarí es un largo período en el que resulta fácil detectar una actividad científica que, sin embargo, va decayendo lentamente en su tramo final, el siglo XV.

Fuente: www.webislam.com

jueves, 20 de marzo de 2025

TORTILLITAS DE BACALAO

 

TORTILLITAS DE BACALAO


Ingredientes

400 gr de bacalao desalado y desmenuzado

Perejil picado

4 Dientes de ajos pelados y picados

Azafrán o colorante alimentario

200 gr  de harina

250 ml de agua

Aceite de oliva para freír

Miel de caña, opcional para los más golosos.

 

Elaboración

En un bol grande, ponemos el agua, el perejil picado y los ajos picados, mezclamos.

A continuación ponemos el azafrán y volvemos a mezclar, una vez mezclado bien  todo, añadimos la harina y removemos bien con una cuchara hasta que todo esté bien integrado. Es conveniente poner la harina cucharada a cucharada para obtener la textura deseada, que es como una masa densa pero que fluye.

Incorporamos el bacalao  muy desmenuzado y removemos bien para su integración en la masa.

En una sartén, calentamos el aceite de oliva, y vamos friendo tandas pequeñas, poniendo un poco de masa en una cuchara sopera de metal y volcando el contenido en el aceite,  controlando la fritura correctamente, debemos darle la vuelta para que estén doradas por ambos lados.

Una vez fritas, las sacamos y dejamos sobre papel absorbente de cocina para quitarles el exceso de grasa.

Servimos caliente, aunque tibias también están riquísima.

Para los más golosos se pueden rociar con un chorrito de miel de caña.

¡Buen provecho!

 

 

 

SOPEAO

 

SOPEAO

Esta receta es muy popular en Sevilla, sobre todo en verano, ya que es muy fresquita para el verano. La receta no tiene especificadas las  cantidades de los ingredientes. Se trata de un plato ancestral que cada uno de los cocineros/as que lo prepara, lo adapta a sus gustos, siendo por tanto variables las medidas de cada uno de los productos que se utiliza.

Ingredientes

Ajos

Pepinos

Pimientos

Sal

Tomates

Pan del día anterior

Aceite de oliva virgen

Vinagre

Agua fría

Cebolla

 

Elaboración

Pelamos los ajos y cortamos.

Pelamos y cortamos  el pino en tiras y luego estas a la mitad. Reservando un poco de pepino para  el final.

Troceamos los pimientos, quitándoles el pedúnculo y las semillas.

En un mortero grande ponemos todos los ingredientes, y si te es más fácil en la batidora. Añadimos un poco de sal al mortero antes de poner todos los ingredientes, y majamos bien todos los ingredientes, hasta formar una pasta.

Pelamos los tomates y quitamos el pedúnculo, los troceamos y añadimos al mortero, con migas de pan duro y aceite de oliva virgen, majamos muy bien para su integración en la masa y que nos quede una pasta con textura.

Añadimos un poco de vinagre y agua fría mientras removemos hasta que quede absorbida por la pasta y nos quede caldoso.

Para servir el sopeao, lo adornamos con unos trozos de pepino, cebolla y un chorrito de aceite de oliva virgen.

Servir frio.

Podemos comerlo con rodajas de pan duro o tostado, regañas o como más os guste.

¡Buen provecho!