viernes, 21 de noviembre de 2025

V. AL-MUTAMID (1040-1095)


V. AL-MUTAMID (1040-1095).


Si los andalusíes hubiesen compuesto cantares de gesta, su héroe indiscutible hubiese sido el rey al-Mu`tamid de Sevilla. Al–Mutamid, ocupa un distinguidísimo lugar entre los poetas árabes y por su extraño destino, y por la trágica caída en que arrastró a todos los suyos, aparece como un héroe digno de la poesía. A pesar de su índole malvada, este tirano cruel, no sólo fue amante y favorecedor de las letras, sino también poeta y autor de muchas composiciones. Sirva de ejemplo la siguiente a la ciudad de Ronda:

La perla de mis dominios, mi fortaleza te llano,

desde el punto en que mi ejercito,  a vencer

acostumbrado, con lazas y con alfanjes,

te puso al fin en mi mano. Hasta que llega

a la cumbre de la gloria peleando, mi ejercito

valeroso no se reposa en el campo. Yo soy

tu señor ahora, tu mi defensa y amparo.

Dure mi vida, y la muerte no evitaran

mis contrarios. Sus huestes cubrí de oprobio.

En ellas sembré el estrago, y de cortadas

cabezas. Hice magnífico ornato, que ciñe,

cual gargantilla. Las puertas de mi palacio .


V. 1.  LA POESÍA DE AL-MU`TAMID.



La poesía de Al-Mu`tamid de Sevilla está, en gran parte, libre del lenguaje hermético para los no iniciados que emplea con profusión la poesía árabe medieval. La clave de su claridad se encuentra, tal vez, en un hecho extraliterario: su condición real, que le permitió servirse de la poesía y no ser el sirviente de ésta.
Su poesía no está libre de retórica, pues utiliza diversos juegos de palabras típicos de la poesía árabe: Tagnís o paranomasia, tadmín o intercalación, e incluso un acróstico, pero siempre con un refinado equilibrio. Su léxico, por otra parte, es sencillo, sin arcaísmos ni palabras rebuscadas.
Su lenguaje poético parece centrarse en la antítesís, especialmente en la contraposición luz/oscuridad, por lo que su poesía se convierte, en su primera época, en nocturna y astral: la noche iluminada por los astros es la única descripción de la naturaleza que se encuentra en sus poemas. Los otros elementos naturales (jardín, flores, animales, agua) sólo aparecen como comparaciones antropológicas. El léon será el guerrero; la gacela, la mujer; el agua será metáfora de la generosidad como rocío o como nube y en sus poemas del exilio, será llanto, hiperbólicamente transformado en lluvia y océano; los pájaros serán, también en Agmat, metáforas de la libertad. La mujer será jardín perfumado, rama por su cintura y  rosa por sus mejillas, pero sobre todo astro:


La amada


¡Oh mi elegida entre todos los seres humanos!

¡Oh Estrella! ¡Oh luna!

¡Oh rama cuando camina,

oh gacela cuando mira!

¡Oh aliento del jardín, cuando

le agita la brisa de la aurora!

¡Oh dueña de una mirada lánguida,

que me encadena!

¿Cuándo me curaré? ¡Por ti daría la vista y el oído!

Tu frescor aliviaría

la oscuridad de mi corazón .


Y él mismo se describe como un astro, la luna, rodeado de los antitéticos doncellas/estrellas y caballeros/tinieblas. La oposición tinieblas/luz se convierte en tropos de los sentimientos:


La noche de tu ausencia es larga

¡Que nuestro abrazo de amor sea como el alba !


Sin el contraste de las tinieblas, al-Mu`tamid no gusta demasiado del sol diurno, símbolo de la gloria:
Nuestra gloria es como el sol, en altura y brillo .

Por eso lo prefiere velado, por la luna o las nubes:

Se levantó y veló de mis ojos con su figura,

el disco solar ¡Ojala se velase igual la desgracia!

Ella sabe sin duda que es una luna.

¿Qué puede ocultar el sol sino la faz de la luna?


Cuando te lanzaste al combate, enlorigado,

velado el rostro con el almófar,

creímos que tu rostro era el sol de la mañana,

velado por una nube de ámbar .


La noche tiene otro significado para el poeta: el sueño, lleno de visiones eróticas. Sus poemas oníricos son los más sensuales, como vemos en este poema:

Amor onírico

Te he visto en sueños en mi lecho

y era como si tu brazo mullido fuese mi almohada,

era como si me abrazases y sintieses

el amor y el desvelo que yo siento,

es como si te besase los labios, la nuca,

las mejillas, y lograse mi deseo.

¡Por tu amor!, si no me visitase tu imagen

en sueños, a intervalos, no dormiría más .


El vehículo normal de su poesía es la casída (es una forma poética propia de la Arabia preislámica; se trataba de un género poético extenso, de más de 50 versos e incluso más de 100. ) y la métrica clásica árabe. En los siguientes ejemplos presentamos una antología de poemas del poeta, donde creemos que podrá observarse su calidad poética:


TRES COSAS

Tres cosas impidieron que me visitara

por miedo al espía y temor del irritado envidioso;

la luz de su frente, el tintineo de sus joyas

y el fragante ámbar que envolvía sus vestidos.

Supón que se tapa la frente con la amplia bocamanga,

y se despoja de las joyas, más ¿Qué hará con su aroma?


EL COPERO, LA COPA Y EL VINO

Apareció, exhalando aromas de sándalo,

al doblar la cintura por el esbelto talle,

¡Cuántas veces me sirvió, aquella oscura noche,

en agua cristalizada, rosas líquidas!


DESPEDIDA

Cuando nos encontramos para despedirnos, de mañanita,

ya tremolaban las banderas en el patio del alcázar;

eran acercados los corceles, redoblaban los atabales:

eran las señales de partida.

Lloramos sangre, hasta que nuestros ojos eran como heridas

al fluir aquel líquido rojo.

Y esperábamos volver a vernos a los tres días...

¿Qué habría sucedido si hubiesen sido más?


EL RELÁMPAGO

El relámpago le asustó, cuando en su mano

el relámpago del vino resplandecía.

¡Ojalá supiera cómo, si ella es el sol de la mañana,

se asusta de la luz!

CARTA

Te escribo consciente de que estás lejos de mí, 

y en mi corazón, la congoja de la tristeza; 

no escriben los cálamos sino mis lágrimas 

que trazan un escrito de amor sobre la página de la mejilla; 

si no lo impidiera la gloria, te visitaría apasionado 

y a escondidas, como visita el rocío los pétalos de la rosa; 

Te besaría los labios rojos bajo el velo 

y te abrazaría del cinturón al collar; 

¡Ausente de mi lado, estás junto a mí!

Si de mis ojos estás ausente, no de mi corazón.

¡Cumple la promesa que nos hicimos, pues yo, 

tú lo sabes, cumplo mi parte!


LA AURORA LADRONA

Disfrazó la pasión que quería ocultar, 

más la lengua de las lágrimas se negó a callar;

Partieron, y ocultó su dolor, más lo divulgó 

el llanto de la pena, tan evidente y balbuceante; 

les acompañé mientras la noche descuidaba su vestidura, 

hasta que apareció ante sus ojos una señal evidente:

Me detuve allí perplejo: la mano de la aurora 

me había robado las estrellas.


EL CORAZÓN

El corazón persiste y yo no cesa; 

la pasión es grande y no se oculta; 

las lágrimas corren como las gotas de lluvia, 

el cuerpo se agosta con su color amarillo; 

y esto sucede cuando la que amo, a mí está unida: 

¿Qué sería, si de mí se apartase?


la casida clásica estaba formada por una única rima que se mantenía a lo largo de todo el poema, en su forma más extendida suele componerse de pareados, aunque en la versión persa posterior sólo hay un pareado al comienzo, mientras que a partir de ahí sólo el segundo verso de cada par rima con dicho pareado inicial

En el siglo IX, el escritor de ascendencia irania ibn Qutayba dice en su obra Kitāb aš-šiʿr wa-š-šuʿarāʾ (Libro de la poesía y los poetas) que la casida se compone de tres partes: comienza con una apertura nostálgica, denominada naṣīb, en la que el poeta reflexiona sobre el pasado. Un tópico usual es el del poeta persiguiendo la caravana de su amor; cuando logra alcanzar el campamento, la caravana ya lo ha abandonado. Tras el naṣīb suele venir el tajalluṣ, una especie de alivio de la nostalgia, que sirve de transición a la siguiente parte del poema, el raḥīl, en que el poeta contempla la dureza de la naturaleza y de la vida alejado de la tribu. Finalmente, el último apartado está dedicado al mensaje central del poema, que puede dedicarse a alabar a la tribu (fajr); a bromear sobre otras tribus (hiŷāʾ); o a presentar máximas morales (ḥikam).

Aunque muchas de las casidas posteriores se apartan de este esquema, en muchas de ellas sigue siendo reconocible, al menos como referencia. Una de las casidas más famosas, especialmente entre los musulmanes suníes, es la Qaṣīdat al-Burda («Casida del Manto») de Muhammad al-Busiri, que la escribió por atribuir la sanación de su parálisis a un sueño donde el profeta Mahoma lo había cubierto con su manto.



Publicado por al-Andalus 

 

jueves, 20 de noviembre de 2025

PATATAS ASADAS AL HORNO

 

PATATAS ASADAS AL HORNO

Una manera perfecta para hornear las patatas. Lo mismo sirven como aperitivo que como guarnición, el resultado son unas deliciosas y sabrosas patatas doradas por fuera y tiernas por dentro.

 

Ingredientes

2 k de patatas

1 cebolla picada

Sal

Orégano

Guindilla molida o cayena en polvo

Aceite de girasol o de oliva, según preferencia

Un poco de pan rallado muy fino

 

Elaboración

Pelamos las patatas, las cortamos en discretos trozos y las ponemos en una fuente de horno del tamaño adecuado. Agregamos la cebolla muy picada, sal al gusto, la guindilla molida, algo de orégano, removemos muy bien y rociamos con aceite de oliva o girasol, removemos bien para que todas las patatas se impregnen bien de todos los ingredientes, y ahora espolvoreamos con un poco de pan rallado muy fino. ¡Aquí está el secreto! Mezclamos todo muy bien y horneamos 2001 en el horno previamente calentado, vigilando y removiendo las patatas una o dos veces durante la cocción hasta tenerlas bien doradas y tiernas por dentro.

Servir caliente en una fuente.

¡Buen provecho!

 

 

SALSA DE QUESO FETA Y MIEL

 

SALSA DE QUESO FETA Y MIEL

Que todos en la mesa se maravillen con esta salsa agridulce tan deliciosa y fácil de elaborar.

 

Ingredientes

250 ml de yogur griego (1 taza)

60 gr de queso feta desmenuzado

¼ de taza de pistachos sin piel

2 cucharadas de hierbas frescas a su elección

3 cucharadas de miel

Pimienta negra recién molida al gusto

 

Elaboración

En el vaso de la batidora, trituramos ligeramente el yogur y el queso feta. Extendemos la mezcla sobre un plato y hacemos un hueco en el c entro,

Picamos los pistachos y las hierbas.

Rociamos la mezcla de yogur con miel y decoramos con pistachos, hierbas aromáticas y pimienta negra recién molida.

Servir con pan de pita fresco o tostado.

¡Buen provecho!

POLLO AL HORNO CON MIEL PICANTE

 

POLLO AL HORNO CON MIEL PICANTE

Ingredientes

6 tazas de copos de maíz

¼ de taza de queso parmesano rallado

1 cucharadita de pimentón

½ cucharadita de cebolla en polvo

½ cucharadita de ajo en polvo

2 huevos grandes batidos

2 cucharadas de salsa picante

1 k de pechugas de pollo

Aceite de oliva virgen extra para rociar

 

Para la miel caliente:

½ taza de miel

2-3 cucharadas de salsa picante

1-3 cucharaditas de cayena en polvo

½ cucharadita de ajo en polvo

½ cucharadita de cebolla en polvo

Sal

 

Elaboración

Precalentamos el horno a 220ª-

Cubrimos una bandeja de horno con papel sulfurizado.

En el vaso de la batidora, combinamos los copos de maíz, el parmesano rallado, el pimentón, la cebolla en polvo, el ajo en polvo y una pizca de sal, trituramos hasta obtener migas finas. también podemos triturar las migas en una bolsa con cierre hermético pasándoles un rodillo por encima. Vertemos las migas en jun recipiente poco profundo.

Batimos los huevos en un bolo, agregamos la salsa picante y los filetes de pollo, y mezclamos muy bien para que este cubierto por todos lados.

Rebozamos los filetes de pechuga de pollo completamente con el rallado de maíz. Colocamos en la bandeja del horno cubierta con papel de horno. Para un rebozado mas grueso,  lo he vuelto a pasar los filetes de pollo por el huevo batido y luego por la combinación de migas de maíz. Colocamos los filetes de pollo rebozados en la bandeja preparada. Rociamos con aceite de oliva. Horneamos durante 20-25 minutos, hasta que veamos que los filetes de pechuga de pollo están listos y crujientes.

Preparamos la salsa: en una cacerola, calentamos la miel, la salsa picante, la cayena en polvo, la cebolla en polvo, el ajo en polvo y una pizca de sal.

Rociamos la salsa caliente sobre el pollo. Si la salsa espesa, caliéntala durante 5 segundos en el microondas.

Servir caliente.

¡Buen provecho!

HASAN B. YAHYA B. ALI B. HAMMUD


HASAN B. YAHYÀ B. ALI B. HAMMUD

Ḥasan b. Yaḥyà b. ‘Alī b. Ḥammūd. Al-Mustanṣīr bi-Llāh. ?, f. s. X-p. s. XI – Málaga, de ŷumādà I de 434 H. (17.XII.1042-15.I.1043). Sexto califa Ḥammūdí y sexto soberano de la taifa de Málaga.

Califa hamudíRey de Taifa

Biografía

Idrīs b. ‘Alī b. Ḥammūd, conocido por el sobrenombre de al-Muta’ayyad bi-llāh y cuarto soberano Ḥammūdí de Málaga, había designado como su heredero a su sobrino Ḥasan b. Yaḥyà b. ‘Alī b. Ḥammūd, el cual, a la muerte del soberano, ocurrida el 16 de muḥarram de 431 H. (8 de octubre de 1039), se encontraba en Ceuta como gobernador. A pesar de los designios del fallecido soberano, ese mismo día fue proclamado califa su hijo, quien adoptó el título de al-Qā’im bi-Amr Allāh, convirtiéndose en el quinto califa y soberano Ḥammūdí.

El cambio sucesorio fue determinado por la actuación de visir Abū Ŷa‘far b. Abī Mūsà b. Baqannà, visir del citado soberano Idrīs b. ‘Alī. Gracias a la juventud e inexperiencia del proclamado califa, el visir se aseguraba su continuidad como hombre fuerte de la taifa malagueña. Sin embargo, Ḥasan fue también proclamado califa en Ceuta, recibiendo el juramento de fidelidad de los ceutíes y de los restantes dominios Ḥammūdíes del Norte de África. Tras dicha proclamación se propuso hacerse con el control de Málaga y ser reconocido como único soberano Ḥammūdí a ambas orillas del Estrecho. Para ello se dispuso una flota a cuyo frente se puso el propio Ḥasan, decidido a hacerse con el dominio de la ciudad peninsular y sus territorios. Tras un breve asedio se entablaron negociaciones que concluyeron con la capitulación de la ciudad en ŷumāda II de 431 H. (23 de febrero-23 de marzo de 1040) y la deposición de Yaḥyà, cuya vida y propiedades fueron inicialmente respetadas y una de cuyas hermanas estaba casada con su primo.

La citada fecha de ŷumāda II de 431 H. (23 de febrero-23 de marzo de 1040) fue la de la proclamación de Ḥasan, quien adoptó el título de al-Mustanṣir bi-llāh y, según la Crónica anónima de los reyes de taifa, fue reconocido como califa por el soberano Zirí de Granada y otros señores taifas. El gobierno de las plazas magrebíes fue entregado al hombre de confianza del nuevo califa, el visir eslavo Abū-l-Fawz Na‘ā’, mientras que Idrīs, hermano del soberano, era enviado a la Península, donde pronto se asoció con Ibn Baqannà, el otrora visir del depuesto califa Yaḥyà. La citada fuente señala que Ḥasan prodigó todos sus cuidados al servicio del reino y fue justo con su pueblo.

Sin embargo, el posterior destino de los personajes mencionados responde a la dinámica propia de los reinos de taifa, caracterizados por la fuerte inestabilidad política y la presencia del crimen y el magnicidio como factores habituales y determinantes de la evolución de los hechos y de la sucesión en el poder, con particular incidencia entre los Ḥammūdíes, varios de cuyos soberanos fueron asesinados. En efecto, pronto al nuevo califa dio muestras de su inseguridad y debilidad políticas, encarcelando a su hermano Idrīs y, posteriormente, decidiendo eliminar a su primo y cuñado Yaḥyà, cuya vida había sido inicialmente respetada. De esta forma, en rabī‘ II de 434 H. (19 de noviembre-16 de diciembre de 1042), poco más de dos años después de su deposición, Yaḥyà murió asesinado. Esta acción, sin embargo, determinó el destino del propio al-Mustanṣir, quien, como señala el polígrafo cordobés Ibn Ḥazm, murió envenenado a manos de su propia esposa, la cual vengaba así la muerte de su hermano Yaḥyà solo un mes después de su muerte, en ŷumādà I del mismo año (17 de diciembre de 1042-15 de enero de 1043).

Al-Mustanṣir no dejaba descendencia, de forma que su hermano Idrīs debía ser el teórico heredero, tal y como había sido designado. Sin embargo, el destino de la taifa Ḥammūdí quedó entonces en manos de Na‘ā’ e Ibn Baqannà, los dos visires que habían ejercido tanta influencia desde un segundo plano. Según la citada Crónica anónima, Na‘ā’ mantuvo cautivo al hermano de Ḥasan, que era menor, y se apoderó de Málaga y sus distritos, que gobernó de forma independiente.

Leer menos

Bibliografía

F. Codera, “Estudio crítico sobre la historia y monedas de los ammūdíes de Málaga y Algeciras”, en Museo Español de Antigüedades, VIII (1877), págs. 427-466

F. Guillén Robles, Málaga musulmana, Málaga, M. Oliver Navarro, 1880

F. Codera, “Ḥammūdíes de Málaga y Algeciras”, en Estudios críticos de historia árabe española, Zaragoza, Andrés Uriarte, 1903 (col. de Estudios Árabes), págs. 301-322

L. Seco de Lucena, Los Ḥammūdíes, señores de Málaga y Algeciras, Málaga, Ayuntamiento, 1955, págs. 34-40

D. Wasserstein, The Rise and Fall of the Party Kings. Politics and Society in Islamic Spain, 1002-1086, Princeton, Princeton University Press, 1985

F. Maíllo Salgado (intr., trad. y notas), Crónica anónima de los reyes de taifas, Madrid, Akal, 1991, págs. 20-21

M.ª J. Viguera, Los reinos de taifas y las invasiones magrebíes (Al Andalus del XI al XIII), Madrid, MAPFRE, 1992

F. Maíllo Salgado (est., trad. y notas), La caída del califato de Córdoba y los Reyes de Taifas = Al-Bayān al-Mugrib / Ibn Iḏārī, Salamanca, Universidad-Estudios Árabes e Islámicos, 1993

M.ª J. Viguera (coord. y pról.), Los reinos de taifas. Al-Andalus en el siglo XI, en J. M.ª Jover Zamora (dir.), Historia de España de Menéndez Pidal, vol. VIII-I, Madrid, Espasa Calpe, 1996

F. Clément, Pouvoir et légitimité en Espagne musulmane à l’époque des taifas (Ve-XIe siècle). L’imam fictif, pról. de P. Guichard, París, L’Harmattan, 1997

Autor/es

  • Alejandro García Sanjuán

 

YAHYÁ B. IDRIS B. ALI B. HAMMUD

 

YAHYÀ B. IDRIS B. ALI B. HAMMUD

Yayà b. Idrīs b. ‘Alī b. ammūd. Al-Qā’im bi-Amr Allāh. ?, f. s. X/p. s. XI – Málaga, rabī‘ II 434 H./19.XI-16.XII.1042 C. Quinto califa ammūdí y quinto soberano de la taifa de Málaga.

Califa hamudí Rey de Taifa

Biografía

Yaḥyà b. Idrīs b. ‘Alī b. Ḥammūd fue hijo y sucesor de Idrīs b. ‘Alī b. Ḥammūd, conocido por el sobrenombre de al-Muta’ayyad bi-llāh. Este había designado inicialmente como heredero del título califal y de los dominios de la taifa malagueña a su sobrino Ḥasan b. Yaḥyà b. ‘Alī b. Ḥammūd quien, al morir su tío, se encontraba en Ceuta, donde actuaba como gobernador. A pesar de ello, el mismo día de la muerte del soberano, ocurrida el 16 de muḥarram de 431/8 de octubre de 1039 fue proclamado califa su hijo, quien adoptó el título de al-Qā’im bi-Amr Allāh, convirtiéndose en el tercer califa de la dinastía Ḥammūdí, si bien su duración como titular de la suprema magistratura islámica fue de lo más efímera.

Este cambio sucesorio fue gestado por el visir Abū Ŷa‘far b. Abī Mūsà b. Baqannà, hombre fuerte del gobierno en época de Idrīs b. ‘Alī, cuyo fallecimiento ponía en riesgo su posición, sobre todo en caso de ser proclamado Ḥasan, cuyo ministro eslavo Abū-l-Fawz Naŷā’ era declarado enemigo suyo. La juventud e inexperiencia del proclamado Califa aseguraba la continuidad de la influencia de Ibn Baqqannà. Pero el visir Naŷā’ no se avino a aceptar esta situación y Ḥasan fue asimismo proclamado califa en Ceuta, recibiendo el juramento de fidelidad de los ceutíes y de los restantes dominios Ḥammūdíes del norte de África. A partir de ese momento, los días de al-Qā’im como califa y soberano de Málaga estuvieron contados.

En efecto, de inmediato se organizó una flota desde Ceuta en dirección a Málaga, al frente de la cual se puso el propio Ḥasan, decidido a hacerse con el dominio de la ciudad peninsular y sus territorios. Tras un breve asedio se entablaron negociaciones con las autoridades malagueñas, que concluyeron con la capitulación de la ciudad en ŷumāda II de 431/23 de febrero-23 de marzo de 1040 y la renuncia de Yaḥyà al califato a favor de su primo Ḥasan quien, a cambio, se comprometió a respetar la vida y propiedades del destituido. Así concluyó el efímero califato de Yaḥyà quien, desde entonces y hasta su muerte, acaecida, al parecer, por envenenamiento poco más de dos años después, en rabī‘ II de 434/19 noviembre-16 de diciembre de 1042, vivió postergado y alejado del poder.

Bibliografía

F. Codera, “Estudio crítico sobre la historia y monedas de los Ḥammūdíes de Málaga y Algeciras”, en Museo Español de Antigüedades, VIII (1877), págs. 427-466

F. Guillén Robles, Málaga musulmana, Málaga, M. Oliver Navarro, 1880

F. Codera, “Ḥammūdíes de Málaga y Algeciras”, en Estudios críticos de historia árabe española, Zaragoza, Andrés Uriarte, 1903 (col. de Estudios Árabes), págs. 301-322

L. Seco de Lucena, Los Ḥammūdíes, señores de Málaga y Algeciras, Málaga, Ayuntamiento, 1955, págs. 34-36

D. Wasserstein, The Rise and Fall of the Party Kings. Politics and Society in Islamic Spain, 1002-1086, Princeton, Princeton University Press, 1985

F. Maíllo Salgado (intr., trad. y notas), Crónica anónima de los reyes de taifas, Madrid, Akal, 1991, págs. 18-19

M.ª J. Viguera, Los reinos de taifas y las invasiones magrebíes (Al Andalus del XI al XIII), Madrid, MAPFRE, 1992

F. Maíllo Salgado (est., trad. y notas), La caída del califato de Córdoba y los Reyes de Taifas = Al-Bayān al-Mugrib / Ibn ‘Iḏārī, Salamanca, Universidad-Estudios Árabes e Islámicos, 1993

M.ª J. Viguera (coord. y pról.), Los reinos de taifas. Al-Andalus en el siglo XI, en J. M.ª Jover Zamora (dir.), Historia de España de Menéndez Pidal, vol. VIII-I, Madrid, Espasa Calpe, 1996, pág. 93

F. Clément, Pouvoir et légitimité en Espagne musulmane à l’époque des taifas (Ve-XIe siècle). L’imam fictif, pról. de P. Guichard, París, L’Harmattan, 1997

Autor/es

Alejandro García Sanjuán

 

miércoles, 19 de noviembre de 2025

FIDEUÁ DE MARISCOS

 

FIDEUÁ DE MARISCOS

Ingredientes

1 tubo de calamar

6 gambas jumbo, pelados y desvenados

½ pimiento rojo

1/2 taza de pure de tomate

1 taza de fideos fideuá

4 dientes de ajos picados

Unas hebras de azafrán

½ taza de aceite de oliva virgen extra

2 y ½ tazas de agua fresca

Pimentón ahumado

Perejil fresco

Sal

 


Elaboración

Colocamos la paellera en el fuego a temperatura media.

Añadimos media tasa de aceite de oliva virgen extra a la paellera.

Cortamos los o el calamar limpio en aros de 1,25 centímetros de grosor, cortamos cada aro por la mitad y luego cortamos cuadrados de cada mitad de aro, aproximadamente 4-5 cuadrados por aro.

Añadimos una pizca de sal al aceite de oliva caliente en la paellera, agregamos los calamares y mezclamos con todo el aceite.

después de cocinados los calamares durante unos 2 minutos, sacamos de la paellera, colocamos en un bol y reservamos.

Cortamos el medio pimiento roo en rodajas finas.

Añadimos el ajo picado al aceite caliente de la paellera. Unos 20.30 segundos después de añadirle el ajo, agregamos las rodajas finas del pimiento rojo y mezclamos bien , sofreímos unos 4 minutos, agregamos la media taza de pure de tomate y aproximadamente media cucharadita de pimentón ahumado y mezclamos todo.

Pasado unos tres minutos, agregamos a la paellera las 2 y media tazas de agua, una pizca de azafrán y una generosa pizca de sal, mezcla todo muy bien.

Una vez que el agua comience a hervir, subimos el fuego a medio-alto y volvemos a poner los calamares cocidos en la paellera...

Añadimos mas sal si fuese necesario. después de 2 minutos, agregamos los fideos de fideuá, extendiéndolo uniformemente por toda la paellera.

Comenzamos a crear pequeños huecos entre el caldo y los fideos para distribuir sin romper al remover.

Añadimos las gambas jumbo.

Cada dos minutos aproximadamente, creamos pequeños huecos en la paellera, entre el caldo la pasta para distribuir todo de manera uniforme.

después de 10-15 minutos o cuando no quede casi nada de líquido, apagamos el fuego.

Cubrimos la paellera con papel de aluminio y luego con un paño de cocina y dejamos reposar durante 6-8 minutos.

Pasado este tiempo , retiramos el paño de cocina y el papel de aluminio y exprimimos un poco de limón fresco sobre la fideuá.

Espolvoreamos con perejil fresco picado por encima )opcional).

Servir caliente.

¡Buen provecho!

 

 

 

HUMMUS DE NAVIDAD

 

HUMMUS DE NAVIDAD

Esta receta de hummus de navidad, la solemos poner en Nochebuena y el Día de Navidad, como aperitivo. Aunque es una receta de Oriente Medio, yo lo suelo poner en las fechas de navidad, con los piñones, lo que le da un sabor un poco diferente y delicioso.

 

Ingredientes

½ taza de aceite de oliva virgen extra

2 cucharadas de zumo de limón recién exprimido

5 cucharadas de agua fría o más o menos según preferencia

2 botes de garbanzos precocinados, escurridos y enjuagados

½ taza de tahini

2 dientes de ajo pelados

½ cucharada de sal

½ cucharada de comino molido

Para cubrir:

½ taza de piñones, preferiblemente tostados

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

Pimentón dulce o picante , según gusto

Sal Maldon, en escamas

 

Elaboración

En el vaso de la batidora, añadimos todos los ingredientes líquidos ( si no encuentras tahini, puedes omitirlo,  pero en tiendas de especias en los mercados y algunos supermercados los hay), y trituramos a máxima velocidad, hasta que todos los ingredientes estén bien integrados, y luego colocamos encima los ingredientes sólidos, (garbanzos, dientes de ajo y especias).

Trituramos todo a baja velocidad, y luego vamos aumentando la velocidad hasta llegar a la máxima: Batimos unos 30 segundos, añadiendo más agua si fuese necesario para que el humus quede suave y cremoso.

Ajustamos de sal, el comino el ajo al gusto. Recordando que añadiremos un poco mas de sal al cubrir la superficie.

Extendemos el hummus en una fuente decoramos con los piñones tostados, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, una pizca de pimentón y escamas de sal Maldon.

¡Disfrútalo con pan, galletas saldas o verduras crudas!

¡Buen provecho!