jueves, 20 de diciembre de 2018

ELEMENTOS DE LA ARQUITECTURA ISLÁMICA


Elementos de arquitectura islámica

Autor: José Carlos Fernández
publicado el 28-05-2017
12
“El estudio de la Arquitectura Simbólica es de una trascendencia extraordinaria. Su importancia se nos evidencia por poco que consideremos que la construcción en la tierra ha sido, para las antiguas civilizaciones, una imagen humanizada de la Gran Obra: El Universo. Y si la obra arquitectónica es imagen del Universo, el Arquitecto lo debe ser de la Deidad que ha pensado y ordenado la Materia”
“No hay mayor medio para entrar en comunicación directa con una civilización del pasado que la contemplación de una obra de arte, siempre que ésta represente, dentro de esa civilización, algo así como un núcleo espiritual” 
Titus Burkhardt “La civilización hispano- árabe”
“Lagos, caminos, surtidores y jardines arbolados se trataban en armoniosa combinación simbólica, y en los conjuntos arquitectónicos de la antigüedad la belleza jamás era “por sí misma”, sino que estaba imbricada en la utilidad práctica y en la funcionalidad simbólica. Una obra cualquiera debía ser materialmente útil, psicológicamente placentera y espiritualmente fecunda” 
Jorge A. Livraga Apuntes de Simbología, Tema VI



Un gigantesco santuario: La Kaaba, en la Meca. Si entendemos por “Casa de Dios” (Baitu Llah), el lugar donde mora, éste es el único. Vestido con una gran tela negra que nos hace pensar en la Piedra Cúbica de la Alquimia, o en el Cubo de Piedra que escucha los juramentos de las tradiciones esotéricas, sus medidas 12x 10×16 dan la clave de toda la arquitectura islámica, edificada en base a la geometría de los números 6, 5 y 8. En el interior la piedra meteórica, batería mágica de todo el conjunto. En el exterior el recinto del Haram donde se perpetúa la ceremonia preislámica de las siete vueltas. Pues todas las mezquitas miran hacia este “centro del Mundo”, donde mora Dios- según la tradición islámica- como mora en el corazón del hombre. Las esquinas de este “cubo” colosal, alineadas con los puntos cardinales dicen de las cuatro columnas o Guardianes que sujetan el Mundo en la mística sufí.
Y sin embargo ya estaba aquí este Santuario cuando Mahoma decidió convertirlo en el corazón palpitante de un nuevo impulso civilizatorio. El tan sólo lo despojó de las imágenes de un pasado que no quería arrastrar. Derribó los 360 ídolos mientras pronunciaba: “Ha llegado la verdad y se desvanece lo vano”. Abajo las imágenes talismánicas que el sol alumbra en el año, Dios mora en el corazón del creyente y nada debe turbar tal revelación. Protegió, sin embargo, el icono de la Virgen y del niño en las rodillas, imagen de la Madre del Mundo.
La arquitectura islámica es un arte que va adquiriendo consistencia poco a poco, en la medida- como explicaría Ibn Jaldún- en que se extiende y adquieren poderío material y político estos nuevos “guerreros de Dios”. Para los que combatieron junto al Profeta sin duda la mejor de las artes era también la más inasible: la Poesía. Leila, la Noche, la mejor de las amadas. Pero era ya la hora de las huellas de piedra que no borra el viento del desierto. Era la hora de la arquitectura que hace estables las conquistas cimentando nuevas ciudades, amurallando las antiguas. Elevando castillos como gigantescos barcos de piedra y recreando en ella los bosques sagrados de palmeras en el desierto para la oración.
La importancia de la arquitectura reside en que “crea” formas en la tierra, a imagen del Demiurgo. La palabra “crear” en español está relacionada con la raíz sánscrita ker, fuego. Crear es ser como el fuego. Crear es someter al fuego para destruir lo viejo y permitir el nacimiento de nuevas formas, como el barro deja de ser barro al endurecerse bajo la acción del fuego. La filosofía islámica se esforzó en desentrañar todos los posibles significados de la palabra “crear”, pues siendo Alá el único creador, era necesario saber cuál era el papel reservado al hombre, cual su protagonismo. Desde luego el hombre es un ser privilegiado en la naturaleza, ha recibido de Dios su forma, su belleza y majestad, que reside en sus siete poderes invisibles: vida, conocimiento, voluntad, poder, oído, vista y habla, que son limitados en el hombre pero no en Dios. Adán, él Hombre, es único, pues sólo el puede nombrar a los seres de la naturaleza, a las ideas, a sus semejantes. Ni siquiera los ángeles más elevados pueden hacer esto. Y hay un vínculo entre el nombrar y el crear. No es casualidad que la palabra logos, en griego designe tanto al lenguaje como a la acción. Antes de crear es necesario la imagen mental, el número y la medida, la función; y estas son características que le dieron al nombre en la antigüedad. Los distintos Nombres de Dios dicen la senda de todo aquello que vive. Son los arquetipos de Platón, las primeras “Imágenes”, las primeras hendiduras luminosas de la Voluntad de Dios en la oscura materia.
Al Gazzali, el gran ideólogo del Islam se refiere a Dios como el Arquitecto del Universo, ligando su actividad con los distintos modos de “crear”, los distintos modos en que opera el fuego divino en la matriz de la Nada:
“Dios Altísimo: es Creador (Jalik) porque decreta, es Creador (Bari) en tanto que idea y da existencia, y es Formador (Musawwir) en tanto que dispone las formas creadas en el mejor orden (…) Él es al mismo tiempo el evaluador, el realizador y el decorador. Es al-Jaliq, al-Bari y al-Musawwir”
Diremos JALK si entendemos la creación como un acto de voluntad, que hace surgir de la nada; en concordancia con el pasaje coránico: “Y cuando decide algo le dice: ¡Sé! Y es”. De curiosa similitud con el término sánscrito “jalakita”, mago, encantador. Si la idea es “inventiva, creatividad”, el término es IBDA, palabra que en egipcio significaría “corazón- tierra”. MUSAWWIR es el nombre de Dios como creador de formas, como modelador, “porque otorga a los seres la forma más bella”. Es por lo tanto una idea clave en la estética islámica. En la filosofía islámica la forma (sura) es lo que viste, lo que cristaliza la esencia. Lo que permite distinguir unas esencias de otras. La raíz SKL también significa “forma, aspecto”, en el sentido de aquello que ata a la materia. Al- sikl es con lo que se ata una acémila.
Estos nombres divinos relativos a la creación, -dice al- Gazali- se aplican también al ser humano, pero en un sentido figurado, no literal. Se debe pues atribuir toda creación a Dios, resonando en las oscuras cavernas del alma humana. El hombre, huérfano de Dios, hace y busca pero no puede dar consistencia a sus creaciones. El hombre debe trabajar en concordancia con la obra de Dios. Esto es sumisión (Islam). No para el tiempo, que hace huir los trabajos aparentemente más sólidos y duraderos. Para Dios. Junto a Dios. Es la enseñanza en el Corán de “permanece junto a Mí y verás pasar estas montañas como pasan las nubes”. Y aun así, como diría Abderramán III, las obras arquitectónicas son una imagen de la grandeza de los reyes, que gobiernan en el nombre de Dios. Una imagen, por lo tanto de confianza de Dios en el quehacer humano.
La obra de arquitectura más importante en el Islam es la mezquita, que significa “lugar de prosternación”, lugar donde realizar los gestos ceremoniales de su oración canónica. Allá donde esté el creyente está el templo y allí debe ser realizada la oración. Si hay un tema recurrente en el arte islámico es el de la ubicuidad del centro divino. El Mihrab -nicho de oración- o puerta falsa que señala a la Meca es el Sancta Santorum sólo en el sentido de que se abre, mira al Centro del Mundo, pero no como habitáculo de Dios. Acoge al Imán que dice las oraciones comunitarias , en pie delante de los fieles , cuyas filas se extienden lateralmente en vez de en profundidad. La mezquita no tiene centro sagrado alguno, este se halla en el corazón del creyente. La forma de nicho del mihrab es la de la hornacina que aparece en el “versículo de la luz” del Corán. Dios es la luz que mora en el corazón del hombre o del mundo, como en una lámpara de rutilante cristal, en el refugio cóncavo de la Madre del Mundo. De hecho, en el Corán esta palabra, mihrab designa el “refugio”, el lugar secreto del Templo de Jerusalén donde la Virgen se retiró y fue alimentada por los ángeles. Este nicho abovedado era ya, en sí mismo, una de las formas más antiguas del santuario, del lugar en que se manifiesta Dios. En él se recita la palabra de Dios, revelada en el Corán.
Por ejemplo, en la Mezquita Aljama de Córdoba el mihrab, modelo de incontables nichos de oración en España y en el norte de África, presenta una bóveda de concha estriada sobre base octogonal. La concha es la imagen de la Virgen Madre: De Venus, la nacida de la espuma del mar, la belleza pura y sin mancha. La perla en ella, hija del rocío de primavera -según la leyenda- es símbolo del universo luminoso donde sólo lo más puro vive. Como el Huevo de Oro en las tradiciones brahmánicas o la joya en el loto- Om mani padme hum- de la mística tibetana.
Para Titus Burkhardt la perla en el mihrab es el oído del corazón que recibe, cual la gota de rocío, la palabra de Dios.
La entrada al nicho en esta mezquita está coronada por un arco de herradura encuadrado en un alfiz rectangular. Como los rayos de sangre y luz del sol del amanecer, el arco abre en abanico sus dovelas rojas y doradas, blancas y azules. La tensión del sol o del alma que asciende está trazada con maestría, pues el punto que genera el arco y sus dovelas se eleva, invisible a las miradas. El alfiz que enmarca los arcos dice de la estabilidad y abundancia en que se desarrolla lo espiritual. Los arcos son lo móvil, lo que se eleva, como la conciencia; el alfiz es el marco, la llamada permanente y estable. La palabra árabe que nombra al arco, RAWQ, es sinónimo de lo bello, grácil y puro, como la ola que se quiebra en el canto de la espuma.
En esta misma mezquita, sobre el vértice del arco de entrada al mihrab, el versículo coránico: “En el nombre de Dios, clemente y misericordioso. Él es El Dios; no hay más dios que Él: el Rey, el Santo, la Paz, el Fiel, el Protector, el Glorioso, el Victorioso, el Excelso. Él está por encima de cuanto ellos le asocian”
Otro elemento de la mezquita es el Minbar, “púlpito”, escabel de tres gradas que el profeta usaba en su mezquita de Medina para hablar a los fieles reunidos. Como en el primitivo budismo en que la presencia del Buda es la de un trono vacío, los peldaños superiores del minbar permanecen vacíos, y adornados como si fuera un trono para evocar la función preeminente del profeta. De significado análogo a la escalera de los mundos del ceremonial egipcio que el faraón debía recorrer en el saludo del sol del amanecer.
Existe un modelo de mezquita a quienes todos los demás evocan en el transcurso de los siglos. Es aquella en que oraba el Profeta y sus Compañeros, la primitiva mezquita de Medina: con troncos de palmera por columnas y patio cuadrado- de unos cien codos de lado- al que se abrían las habitaciones sencillas de Él y su familia. Techumbre horizontal, patio en el interior del área litúrgica, circundado por galerías o pórticos, suelo- al principio de tierra- abierto por alfombras o esteras, repetirían durante siglos el lugar de oración del Profeta.


El estilo triunfal de los omeyas, como en la Mezquita Aljama de Córdoba, no perdió la sencillez y sobriedad del primer Islam. Conjuga como la naturaleza belleza y movimiento con estabilidad y poder.
Otros elementos de la arquitectura islámica son los arabescos, con formas vegetales; los entrelazados, y la propia caligrafía, que evoca, con la palabra viva, las imágenes que prohíbe fijar la religión. Son geometrizaciones como las de un cosmos bien ordenado. Es lo cristalino en la arquitectura que da gracilidad y movimiento a la piedra. Espejos mágicos construidos en base al ritmo y a la figura geométrica, donde se mira el ojo creador de Dios. Como palpita la luz en los cristales, palpita lo divino en estas geometrizaciones que evocan los copos de nieve, los diamantes, las olas del mar, el titilar de las estrellas y tantas imágenes de la naturaleza serena y fuerte. No pocas techumbres y cúpulas han dibujado en sus geometrizaciones los ojos luminosos de la noche. Y es que, como dice el Corán, “hemos engalanado el cielo más bajo con luminares, de los que hemos hecho proyectiles contra los demonios” . Hienden las sombras con sus dardos de luz. Hienden la materia oscura, haciéndola fértil con sus rayos. Como afirma la tradición esotérica , sus ojos en la noche vigilan, y crean.
Lo estético es ya metafísico ante esta geometría. Pues la geometría, el orden y la perfección se convierten en el pensamiento islámico en escudo que protege del caos, el mal o Satanás.
Los arabescos con formas vegetales parecen derivar de la vid con sus pámpanos entretejidos y sarmientos curvados. No dibujan tanto las plantas estilizadas como las líneas de fuerza que los sostienen y dan vida. Es ritmo puro. Pues la ley del ritmo es la ley de la vida. Y es el mundo vegetal quien mejor transparenta este ritmo vital. La relación magia y ritmo es una herencia universal. Pensemos, si no, en el ritmo de los pámpanos en las cerámicas íberas, en el abrir y cerrar de sus lotos, tan presentes en su mundo funerario; en los nudos y entrelazados vikingos; o las misteriosas geometrizaciones del arte inca, ya en el traje, ya en el barro; o en las cenefas en las vasijas cerámicas de la Grecia Arcaica. Todos repiten un mismo conocimiento: podemos invocar fuerzas celestes a través del ritmo. Se debe mirar estos entrelazados haciendo que la vista siga la corriente de fuerzas que se entretejen y compensan. Titus Burkhardt las compara con el arabesco mental y verbal de la poesía típica árabe. Con su exhuberancia. Ved, dice, qué ritmo y melodía expresa el alma del crecimiento de una planta o el desenvolvimiento de una ola. A veces se unen escritura y arabesco, para que quede clara la analogía del Árbol de la Vida y el Libro del Mundo. La naturaleza es como un libro abierto para el alma pura, nos recuerdan estos arabescos. La vida es como un árbol que se abre para respirar de mil y un modos la grandeza de Dios, su Señor.
Los entrelazados parecen derivar de los mosaicos romanos, todavía en uso en la Siria de los Omeyas. Si el arabesco es ritmo, el entrelazado es geometría de cristal. Sus figuras derivan de una o varias figuras regulares inscritas en el círculo, desarrollados según los principios del polígono estrellado. Los diseños de naturaleza análoga se penetran y entrelazan y forman una red continua de líneas que irradian de uno o varios centros. El entrelazado es el movimiento de una sola cinta que traza estas imágenes geométricas. Se prefieren las derivadas del cinco, el seis y el ocho. El círculo permanece implícito y se siente más que se ve.
¿De donde esta inquietud por la geometría sagrada? Una secta neopitagórica, los Hermanos de la Pureza hizo de los trabajos artesanales el vehículo de las Ideas a través de los números y las figuras geométricas. Crean una comunidad político religiosa ismailí asentada en torno a Basora. Su célebre “Enciclopedia” fue difundida desde muy pronto en al- Andalus. Crean una mística del trabajo a través del orden, la perfección de la obra y las medidas ajustadas a la Matemática Sagrada.

Si queremos entender la Arquitectura Islámica, conviene repasemos sus ideas más importantes al respecto:

·         El Cosmos es una unidad de vida y articulada, ordenada según el Número.
·         El Artesano debe imitar a la naturaleza, que siempre crea de acuerdo al número y a la medida. Debe trabajar de acuerdo a la Divina Proporción presente en todos los planos de la naturaleza “Dios es el origen de todo, el uno es el principio de los números, la línea lo es de la geometría, el sol es centro y generador de la astronomía, la esencia lo es de la lógica y, en música, la base generatriz es el movimiento, y, a partir de él, se producen todas las demás relaciones y las melodías, que son infinitas según designio divino y diferentes en cada nación”.
·         En Número es el origen de todos los seres. La llave que ordena el microcosmos y el macrocosmos, lo espiritual y lo material. Como del Uno surgen todos los números, el Creador llama a la vida a todo lo que existe. Permanece en la luz de su Unidad, sin cambios, perenne en su perfección y completura.
·          
Ibn al Sid de Badajoz en su Libro de los Cercos concibe a la serie numérica como un conjunto de círculos formado por unidades, decenas, centenas y millares. Este orden circular de los números diría del orden con que Dios creó el mundo.
La creación se produce por emanación y en base matemática cuatro. El cuatro es, pues, quien rige toda la naturaleza manifestada: el mundo celeste y también el sublunar. La arquitectura de la naturaleza actúa según el cuatro. De ahí los cuatro elementos, los cuatro puntos cardinales, las cuatro estaciones, los cuatro humores… Ya que los números son la esencia de la naturaleza y del alma, el que trabaja con ellos accede a la física y a la metafísica. Es a través del número que el sabio llega a la Filosofía. Los Números no son cantidades, sino seres vivos, puros. Los hay pares e impares, enteros y fracciones. Las características de cada número en sí mismo y en relación con los demás son el fundamento del orden perfecto e infinito que impregna todo el cosmos.

·         La geometría se ocupa de las relaciones numéricas en tres dimensiones a partir de la línea, que es la unidad básica de la geometría, lo mismo que el uno es la base de los números, la línea nace del punto por reiteración. El triángulo es el origen de todas las figuras. Es como el uno en la serie numérica o Dios en la cadena de la creación. La geometría aplicada consiste en el conocimiento de las medidas y su sentido, al relacionarse entre sí, siendo captado por la vista y percibido por el tacto. La geometría pura es el conocimiento y comprensión pura de dichas relaciones, “conduce a la destreza en todas las artes plásticas”. La matemática da la relación y origen de todo lo que vive, tanto en la naturaleza como en el mundo de las ideas. “No existe ente alguno matemático, natural o divino, que no posea una cualidad común con otro ente. Los conjuntos de entes tienen cualidades que no poseen sus individuos, sea en los números, las figuras, las formas, el espacio, el tiempo, los fármacos, los sabores, los colores, los olores, los sonidos, las palabras, los verbos, las letras o las mociones. Si reúnes estos elementos en relaciones compositivas aparecerán sus cualidades y efectos. Prueba de lo que decimos son las tríacas, los ungüentos y los jarabes, así como las melodías musicales y sus influjos en los cuerpos y las almas, cosa que todo el que es mínimamente sabio y filósofo conoce, según explicaremos en nuestra epístola sobre la música””El conocimiento de las cualidades de los números y las figuras ayuda a entender los modos de influir los seres celestiales y los sonidos musicales en las almas de los oyentes””Toda obra en que predomina la equivalencia es mejor, después de la esfera la más equivalente es el cubo”.
·          
Las proporciones ideales son: “el patrón, su mitad, su tercio, su cuarto…” La proporción es “la cantidad común a dos medidas relacionadas” y puede ser numérica, geométrica y musical, conjugación de las dos primeras.
La figura humana es un modelo de armonía. El artesano puede imitar la obra perfecta del Creador si sigue los cánones de la proporción ideal, que es en último extremo geométrica, numérica, y que es la misma que ordena el cosmos y la música, tanto las que pulsan los astros como los instrumentos. Esta armonía hace que las almas anhelen el mundo superior y perfecto. Para los Hermanos de la Pureza los oficios manuales hacen encarnar en la materia las formas y las inteligencias divinas. Dentro del cuerpo existe otra esencia que es la que revela esas obras perfectas y esas artes maestras realizadas por el cuerpo. La obra del artesano pertenece al plan divino. Es de gran interés la distinción que hacen entre los cuatro tipos de obras: humanas, naturales, espirituales y divinas. Son humanas los grabados, figuras, pinturas, etc. que hacen los artesanos. Las obras de la naturaleza son las formas de los animales, todas las plantas, las sustancias minerales, etc. Las obras espirituales son los elementos: tierra, agua, aire y fuego dispuestos en estructuras concéntricas en la esfera celeste. Es también una obra espiritual la forma del mundo y el inmaculado orden que en él reina. Surgen por un acto de la Voluntad Divina, que extrae las formas de la materia y son así creadas de la nada.
El artesano requiere para poder realizar su obra siete condiciones: materia, tiempo, espacio, instrumento, herramienta, movimiento y su propia alma. La naturaleza sólo necesita cuatro: materia, espacio, tiempo y movimiento. Y el hacedor espiritual dos: materia y movimiento. El artífice intelectual sólo una, la forma. Y el Creador no precisa absolutamente ninguna.
Es curiosa, también y emparentadas a las tradiciones esotéricas y platónicas, la descripción que hacen de los movimientos del artesano, que son imagen de los del cosmos, siete, según la voluntad divina; uno circular y seis rectilíneos. De arriba abajo, como el carpintero, al tallar, o de delante hacia atrás, al serrar. O al taladrar en su movimiento circular o espiralado. Estos movimientos más sus inversos son los de la naturaleza al crear cuanto existe.
Es curiosa también la clasificación que hacen de los mil y un oficios que imitan cuantos trabajos sostienen el orden universal y dicen de los distintos modos de relacionarse la materia con el espíritu. Todo en la naturaleza trabaja, así han de hacer también los hombres, según su propia naturaleza. Quiénes trabajan con herramientas aman, utilizan, y por tanto llegan a conocer el agua, la tierra, la madera, los minerales, etc. Quienes no necesitan instrumento alguno, sólo su alma, como poetas, literatos, oradores. Al final, el paradigma de artífice sabio es el mago, que imita con toda la perfección que puede un hombre la obra divina. Pero es un largo camino, reservado a los más esforzados. “Camino que sólo se puede hallar por el trabajo [servicio], el conocimiento [investigación] y el culto [devoción].
Otro elemento de interés son las cúpulas. En general, en el arte islámico el octógono media entre la cúpula y su base cúbica; aludiendo a los ocho ángeles que sostienen el trono divino. El cubo representa la tierra, lo que fija, lo material; la esfera de la cúpula es el cielo, lo espiritual. La arquitectura adquiere movimiento cuando incorpora enlaces entre lo móvil y lo estático. Por ejemplo, en las proporciones se trasmuta el movimiento en reposo- y a la inversa- a través de la relación de un cuadrado y su diagonal. O entre el diámetro de un círculo inscrito en un cuadrado y del círculo circunscrito a éste. Es una relación que no es de números enteros, pero sí profundamente orgánica. Es difícil relacionar de un modo gradual la esfera y el cubo. Los romanos usaron las pechinas. La arquitectura islámica usa las muqarnas o estalactitas, nichos que se repiten, como si fueran las celdillas de un panal o los cristales ordenados según la irradiación de los ejes. Son, sin duda la mejor imagen de la irradiación divina desde la esfera cielo hasta la tierra cubo. “Expresan- dice Titus Burkhardt- la coagulación del movimiento cósmico, su cristalización en el presente estado puro” Las encontramos por primera vez en Raqqa (Siria) en el siglo octavo. Hacia el siglo XII se habían extendido a todo el mundo árabe, desde España hasta Afganistán y la India. De yeso y madera en el Occidente, ligeras y diáfanas. Audaces, labradas en piedra en Asia Menor y en el Egipto de los Mamelucos.
También utiliza la cúpula o la bóveda de crucería, análoga a la gótica. Pero se diferencia en que no todos los nervios de la bóveda se juntan- como en la gótica- en la clave de la bóvida; sino que se entrelazan como si fuese un trabajo de cestería, dejando libre la clave central. En la gótica las líneas de fuerza forman una pirámide, símbolo de la jerarquía de la naturaleza, desde una Causa Primera. En la Islámica la naturaleza aparece más bien como un entrelazamiento de lo divino, de la luz hecha materia. Como muy bien afirma Titus Burkhardt “La arquitectura en particular viene a ser la formulación geométrica de las verdades inherentes a la religión [o más bien, civilización] de la que se deriva” La catedral gótica, herencia de los templos egipcios, es una representación del Hombre Celeste. La mezquita aparece como un cristal que en sus geometrizaciones atrapa la luz celeste. El corazón del creyente debe unirse, ser el mismo, uno de los átomos palpitantes del cristal. Como la luz vibra, ubicua en el diamante, así se quiere que Dios viva en el corazón de sus sumisos. En las tradiciones esotéricas este método dice de lo que algunos sabios han llamado “láser espiritual”.
La catedral gótica es una nave en piedra viva que boga en las aguas celestes hacia el ojo siempre abierto de Dios, en relación con el Sol del Amanecer. Las mezquitas todas miran a un centro, la Meca, desde donde se quiere que irradie las bendiciones espirituales sobre la humanidad.
La luz adquiere, tanto en la catedral como en la mezquita enorme importancia: En la catedral, a través de sus vidrieras. Luz hecha cristal por procedimientos alquímicos relacionados con el traspaso de irradiaciones metálicas al alma del cristal. Dibuja escenas que “no son de este mundo”, sino más puro, sin volúmenes ni sombras, como en las miniaturas persas.
En la mezquita la luz juega en la geometría de sus cristales de piedra; en los mosaicos vidriados o en sus azulejos. Titus Burkhardt lo ha llamado “alquimia de la luz”. Como en la alquimia, el espíritu se hace cuerpo y el cuerpo se hace espíritu. En la arquitectura musulmana la piedra se hace luz; pierde su peso, como en los frisos de las muqarnas o en los festones de las arcadas. La luz se hace cristal en sus espejos de mercurio, en el centelleo de sus tejados de azulejos verdes, o en el canto de sus fuentes. Como en San Buenaventura, la luz es el símbolo más puro de Dios. Como en Ibn Hazm, lo que es el color para los cuerpos, son las cualidades para los seres, cuando despiertan de la oscuridad ante la llamada musical del Dios Luz. El dicho de Mahoma, “Dios es Bello y ama la Belleza” podemos leerlo, “Dios es la luz y ama mirarse en todas las almas en que centellea” ¡Qué bien cristalizada esta idea en la arquitectura del Islam! Para Ibn Hazm la percepción es un tacto del alma. Como dice Platón en el Timeo, rayos visuales surgen del ojo y a él vuelven, no sólo con el color; sino con el tacto de aquello que han tocado. Para al- Gazali, todo es luz. En el hombre viven cinco espíritus luminosos que le hacen percibir la belleza. Este es el significado íntimo del famoso aleya de la luz, que dice de las almas: sensitiva, imaginativa, racional y espíritu santo profético.
El color verde es el símbolo del Islam, el de las vestiduras de los justos. Algunos filósofos lo hicieron sinónimo del negro. Uno de los Nombres de Alá, Luz, al- NUR es egipcio; designa la luz primordial en la gran concavidad espacio o NUT.
La prohibición de imágenes, más o menos estricta, deriva de varios hadith- dichos atribuidos al Profeta- islámicos. De ellos, el más repetido es “Allah impondrá como castigo al que cree una imagen la obligación de insuflarle vida, pero nunca será capaz” En el Corán aparece siempre un Dios Único Creador y se combate a los politeístas; pero el tema de las imágenes no está claro. No todos los dichos son aceptados por todos los juristas. Golpean nuestra imaginación, por ejemplo:
“Los ángeles no entrarán en la casa que haya un perro (???) o imágenes”
“¿Quién hay más inicuo que quien reproduce mi Creación? ¡Que cree una semilla o un átomo! ”
Es interesante la postura de un reputado sabio del Islam, experto en estudios coránicos y gran gramático, Ali-al- Farisi, muerto en el 987. Dice que la prohibición, en sentido estricto es sólo la representación figurativa de Dios.
Aunque siempre hubo místicos tolerantes; como Ibn Arabí, que defiende a los bizantinos, “que llevaron a la perfección el arte de la pintura porque para ellos la naturaleza singular de Nuestro Señor Jesucristo es el supremo apoyo de la concentración en la Unidad divina”. Esta surge de la imagen geométrica tan plena de significación de tres círculos concéntricos.
Es IBN ARABI, el sabio y místico de Murcia, el que enseñó: “no hay amante ni amado, excepto Dios”
Si para Mahoma, “el que se conoce a sí mismo conoce a su Señor”, el Rey de Ibn Arabi es el Señor del amor. La felicidad de Dios, dice, lo abraza todo y “todo el Corán no es sino una historia simbólica alusiva entre el Amante y el Amado, y nada fuera de ambos comprende la realidad de su intención” Es el poeta de la belleza y del amor. Sabe mirar el misterio cuando canta:

“TODO LO QUE EXISTE ES POR HABER SIDO AMADO, SOLO LOS QUE HAN SIDO AMADOS SON…”

Recordemos el enfrentamiento, según cuenta la leyenda, entre Abderrahmán III y su cadí. Se quejaba éste de la opulencia- lejana, decía, al Espíritu del Islam- de las obras de Medina Azahara. Respondí al califa que la arquitectura es el idioma que perpetúa las hazañas de los reyes, y esto es bueno para los pueblos, pues el rey es la imagen de Dios y Dios es poderoso e invencible. Al final, el hijo de Abderrahmán, Alhakem II, medió entre ambos y dijo que eran obras tan bellas que no podían ser sino amadas por Dios, pues:

“DIOS ES BELLO Y AMA LA BELLEZA”

martes, 18 de diciembre de 2018

ROSQUILLAS DE PATATAS


ROSQUILLAS DE PATATAS


Ingredientes
500 gr de puré de patatas caliente
600 gr de harina
Agua tibia
40 gr de levadura
6 Cucharadas de azúcar
4 Huevos
60 gr de mantequilla
Ralladura de 1 limón
Aceite para freír
300 gr de azúcar

Elaboración
Mezclamos la harina con el azúcar, incorporamos la levadura diluida en 70 ml de agua tibia, la mantequilla ablandada, los huevos ligeramente batidos, y la ralladura de limón.

Trabaje con las manos para integrar todos los ingredientes, añada el puré de patatas, siga trabajando hasta obtener una masa homogénea, lisa y blanda. Deje reposar la masa.

Coja trocitos de masa, enróllelos  formando una con ellos rulos de unos 20 o 25 centímetros de largo, únalos por la punta y forme las rosquillas.

Ponga las rosquillas sobre placa de horno enharinada, deje levar.

Fríelos en abundante aceite caliente hasta dorar.

Póngalos sobre papel absorbente de cocina, y luego páselos por azúcar.

Servir tibias.

¡Buen provecho!

TORTILLA DE PATATAS PICANTONA


TORTILLA DE PATATAS PICANTONA



Ingredientes
500 gr de patatas peladas y cortadas en daditos
2 Cebollas medianas, cortadas en daditos
Perejil picado
6 Huevos
Una pizca de cayena molida (al gusto)
Sal
Aceite de oliva

Elaboración
Pochamos las patatas, escurrimos y dejamos enfriar.

En una sartén con un poco de aceite, rehogamos las cebollas, hasta que las veamos transparentes, sacamos y reservamos.

En un bol, batimos los huevos, añadimos la sal, la cayena al gusto de cada uno, vierta en el bol las patatas y las cebollas, mezcle bien para integra los ingredientes.

En una sartén con un poco de aceite ya caliente, vertimos la masa anterior y cocinamos lentamente, hasta que veamos la parte de abajo cuajada, dele la vuelta con la ayuda de una tapa, vuelva a poner en la sartén y deje que se cuaje, procurando dejarla algo jugosa.

Servir caliente o fría, está igualmente de rica.

¡Buen provecho!

LADRILLOS CON QUESO Y BACON


LADRILLOS CON QUESO Y BACON




Ingredientes
4 hojas de pasta filo
125 gr de queso blando
8 Lonchas de Bacon sin piel
Un poco de aceite de girasol

Elaboración
Precalentamos el horno a 180º.

Cortamos las hojas de pasta filo por la mitad, doble la mitad sobre sí misma, coloque una loncha de Bacon doblada por la mitad, en la que deslizo una o dos rebanada finas de queso tierno, proceda a doblar, siguiendo el diagrama que pongo a continuación:



En una bandeja de horno con papel sulfurizado, ponemos las somosas (o ladrillos), y con una brocha de silicona, untada de aceite vegetal, las pintamos y horneamos sobre 15 minutos, deben estar doradas y crujientes.

¡Buen provecho!

BESUGO AL HORNO

BESUGO AL HORNO



Esta receta de besugo la hago a mi manera, o mejor dicho como a mí y a mi padre nos gustaba.

Ingredientes
1 Besugo de 1 kilo (aproximadamente)
Chalotas
Mantequilla
Vino blanco seco
1 rama de perejil
Pimienta negra recién molida
Sal
1 Limón

Elaboración
Desescama y vaciar el pescado de tripas, enjuaga, quita branquias, cortamos las aletas, lo enjuagamos bajo el grifo y lo secamos muy bien.

En una  fuente de horno, colocamos las chalotas en forma de rollos, introduzca la ramita de perejil dentro del besugo,  coloque encima de las chalotas el besugo..

Rociamos con el vino blanco, espolvoreamos generosamente con la mantequilla, la sal y la pimienta negra recién molida, y del limón que le quede exprímalo sobre el pescado. Para darle más sabor a mar puede añadirle un poco de caldo de pescado, adquirirá un sabor yodado a mar.

Precaliento el horno a 250º.

Meto la fuente con el pescado en el horno a esta temperatura, al objeto de que las chalotas se doran rápidamente, y así se obtiene un pescado todavía rosado,  con el borde  del cual la carne permanece firme, conservando así el besugo todo su sabor a mar y delicioso sabor a besugo, muy jugoso.

¡Buen provecho!

Maridaje
Un buen vino blanco, color amarillo dorado, vivo y equilibrado, de sabor agradable y noble en boca

AL ZARQALI (Azarquiel)



Al Zarqali, o Azarquiel nació en Toledo en el año 420 H (1.029 dC) Fue un destacado astrónomo y matemático que, a raíz de la conquista de la ciudad por Alfonso VI en 477 H (1.085 dC), se trasladó a Córdoba, donde murió en el año 493 H (1.100 dC). Construyó excelentes instrumentos astronómicos, y otros aparatos de precisión, y fue muy admirado por su amplio conocimiento de esta ciencia. Said de Toledo, que escribió una obra de astronomía, le describe como el mejor conocedor de los movimientos de los astros, la observación astronómica, preparación de tablas y construcción de instrumentos.
Hizo un reloj de agua capaz de determinar la hora del día y de la noche, y los días de los meses lunares: el reloj anafórico, lo cual le dio un gran prestigio y acrecentamiento de su fama. Con referencia a dicho reloj existe una descripción realizada por Al Zuhri y Al Maqqari, exponiendo los siguientes detalles: «Lo que hay de sorprendente en Toledo, tanto que no creemos que haya en todo el mundo habitado ciudad alguna que se le iguale en esto, son dos recipientes de agua que fabricó Al Zarqali. Cuentan que oyó hablar de cierto aparato que hay en la ciudad india de Arín y se propuso construir un artificio parecido por el que supiera la gente qué hora del día o de la noche era y pudiera conocer la edad de la Luna. Para ello construyó grandes estanques en una casa, en las afueras de Toledo, a orillas del Tajo, haciendo que se llenaran de agua o se vaciaran según el crecimiento y menguante de la Luna».
Y continúan diciendo: «Según nos han informado personas que vieron estas clepsidras funcionaban así: en cuanto aparecía el novilunio, el agua empezaba a afluir a los estanques por tuberías invisibles de tal modo que al anochecer el día siguiente había la mitad de un séptimo justo de agua. De este modo iba aumentando el agua en los estanques, así de día como de noche, hasta que al fin de una semana estaban llenos hasta la mitad y la semana siguiente se veían rebosar llenos del todo. Luego, a partir de la decimoquinta noche del mes, la Luna empezaba a decrecer el agua del estanque a razón de la mitad de un séptimo cada día, y el día vigésimo noveno del mes quedaban vacíos del todo los estanques. Si durante este ciclo de aumento y disminución del agua alguien extraía parte de ella, aumentaba el flujo de las tuberías de abastecimiento de tal modo que no se alteraba el ritmo del ciclo. Lo mismo ocurría si alguien aumentase el caudal de los estanques, pues lo que sobraba salía inmediatamente».
Su nombre se asocia, asimismo, a las tablas toledanas, que se basaban en las enseñanzas del Sindhind y en las obras de sus predecesores, principalmente de Al Juwarizmi, aunque también añadió sus propias observaciones y estudios. Su legado de astronomía fue enorme, como atestiguan sus numerosas obras, entre las que se halla el "Libro de las Tablas" (Yadwal), en forma de almanaque, que contenía diversas tablas: algunas determinando qué día marca el comienzo de cada mes lunar copto, romano o persa; otras describiendo la posición del Sol, la Luna y otros astros, y otras prediciendo los eclipses de Luna y de Sol.
Otra de sus obras fue "Suma referente al Movimiento del Sol", que recoge el fruto de 25 años de observaciones para demostrar y medir el movimiento del apogeo solar respecto a las estrellas, modo de determinar la posición del Sol basándose en las tablas, la posición de los planetas, longitud y latitud, y los eclipses de Luna y Sol.
También mejoró un tipo de astrolabio llamado Al Safíhah, sobre el cual escribió un tratado que fue traducido al romance por orden de Alfonso X el Sabio. Sus "Tablas Astronómicas Toledanas", elaboradas hacia el año 740 H (1.340 dC), fueron la base de la primera redacción de las "Tablas Alfonsíes", de Alfonso X el Sabio, y se tradujeron al latín por Gerardo de Cremona (*).
(*) Acerca de tales materias y estudios de Astronomía, enumera el autor Anwar G. Chejne, en su obra "Historia de España Musulmana" las siguientes puntualizaciones: "Carra de Vaux, en Arnold y Guillaume, "Legacy of Islam", pág. 394: Los árabes construyeron numerosos observatorios astronómicos e instrumentos astronómicos tanto en Oriente como en España. A. Sayli, "The Observatory in Islam and Its Place in the General History of the Observatory", Ankara, 1960; H Michel, "Traité de l’Astrolabe", París, 1947. L.A.Mayer, "Islamic Astrolabists and their Works", Génova, 1956; J.M. Millás Vallicrosa, "Los primeros tratados de astrolabio en la España árabe".

SALMÓN A LA PIMIENTA VERDE


SALMÓN A LA PIMIENTA VERDE



Ingredientes
350 gr de salmón fresco (o congelado)
5 cl de brandy
5 cl de nata liquida
2 Cucharadas de pimienta verde
1 Chalota grande
Sal
Pimienta negra recién molida

Elaboración
Pelar y picar muy  finita la chalota.

Majar la pimienta verde con una pizca de sal.

En una sartén, calentar un poco de aceite de oliva y sofreír la chalota hasta que este transparente a fuego medio.

Añadimos el salmón, doramos por un lado y luego darle la vuelta suavemente para dorarlo por el otro lado.

Desglasar con el brandy flambeándolo, reducir a fuego fuerte casi totalmente.

Agregamos la nata y dejamos hervir. Luego servimos con pimienta verde.

Servir caliente.

¡Buen provecho!

SALSA DE COCTEL


SALSA DE COCTEL



Ingredientes
1 Tazón de mayonesa
3 Cucharadas de salsa de tomate
1 Cucharadita de pasta de tomate
1 Copa de whisky o brandy, a  gusto de cada uno
1 Pizca de sal
Pimienta negra recién molida
3 Gotas de tabasco (a gusto de cada uno)

Elaboración
En un bol, ponemos todos los ingredientes, mezclamos bien, y guardar en el frigorífico hasta su uso.

Ideal para mariscos y pescados.

¡Buen provecho!”

SALSA CHIMICHURRI


SALSA CHIMICHURRI



La salsa chimichurri tradicional, es originaria de  Argentina. Esta es la versión francesa.

Ingredientes
½ taza de perejil fresco picado
2 Cucharadas de orégano picado
½ taza de cebolla muy picada
4 Dientes de ajos, pelados y prensados (o majados)
1 Pimiento chile cortado muy fino (pimienta cayena en polvo, 1 o 2 cucharaditas)
2 Cucharadas de vinagre de vino tinto
1 Cucharadita de jugo de limón
120 ml de aceite de oliva virgen
Sal
Pimienta negra recién molida

Elaboración
En un bol, ponemos todos los ingredientes, y mezclamos muy bien, hasta que veamos que todos los ingredientes estén bien mezclados e integrados.

La salsa chimichurri puede prepararse con anticipación, debe mantenerse fresca en el frigorífico. Lo mejor es consumirla entre 24 o 48 horas.

¡Buen provecho!

CUCHARA MARINERA


CUCHARA MARINERA



Ingredientes
250 gr de carne de cangrejo (bote) o langostinos cocidos picaditos
1 Cebolla nueva
1 Limón
3 Cucharadas de nata fresca
3 Gotas de tabasco
2 Cucharadas de cebollino picado
1 Pizca de sal
Pimienta negra recién molida

Elaboración
Escurrir la carne de  cangrejo.

Cortar la cebolla nueva en daditos muy pequeños.

En un bol, mezclar  la carne de cangrejo o los langostinos muy picados, con la cebolla picadita, añadimos el jugo de limón, la nata liquida, la sal, la pimienta, el tabaco y el cebollino picado, mezclar bien, y escurrir si fuese muy líquido.

Poner  las cantidades necesarias en cada cucharita y guardar en el frigorífico, al menos una hora antes de servir.

¡Buen provecho!

MUJERES DE AL-ANDALUS

Mujeres de Al-Andalus

Autor: Mª Dolores F.-Fígares
publicado el 20-09-2018
24
Al-Andalus es un espacio y a la vez un tiempo. Un tiempo-espacio privilegiados, donde se encontraron los ricos legados que el pasado había ido dejando en una tierra dispuesta a recibir a los pueblos distantes y dejarse conquistar por ellos, dándoles a cambio su propia riqueza, a través de las diversas maneras de concebir la vida. A lo largo de los siglos y de las vicisitudes que planteó la historia, el espacio andalusí se fue modificando: como hacen los mundos, primero, con el impulso de los inicios se fue ampliando, para luego volverse hacia sí mismo, en un proceso imparable de decadencia y debilidad, apenas frenado por la intervención de personajes singulares.
A medida que Al-Andalus dejaba de ser en la historia y otras formas políticas y culturales entraban en acción, se dejaba absorber a la vez por el olvido y por el mito de un paraíso irremediablemente perdido. Es decir, que se fueron olvidando sus importantes aportaciones al proceso civilizatorio de Occidente y al mismo tiempo iba quedando en la memoria la difusa impresión de que en al-Andalus habían acaecido sucesos singulares por la hermosura de sus realizaciones y lo irrepetible de sus circunstancias. No volvió a vivir el Islam un esplendor como el logrado en al-Andalus, tal era la huella que había dejado en la memoria colectiva el final de la civilización andalusí.
Aquel mundo que la investigación histórica ha ido reconstruyendo pacientemente había dejado de interesar desde hacía mucho tiempo, y se había reducido su imagen al estereotipo de los invasores que habían sido expulsados triunfalmente de nuestro territorio. Se cortaron los vínculos que nos habían unido a esa parte tan sustancial de nuestro pasado, ya que la historia la escriben siempre los vencedores. Fuera de los ámbitos de los especialistas, poco ha llegado al gran público de la fecunda historia de al-Andalus y la mayoría de sus grandes actores permanecen completamente desconocidos, como si no pertenecieran al legado que ha ido elaborando nuestras formas de construir el mundo.
Desde las brumas de ese olvido sobresalen figuras que componen el variado panorama de aquella sociedad, de aquel mundo, como aspectos destacados inevitablemente de un caldo de cultivo, de una base social que les dio sustento y justificación.
La reactualización del protagonismo del Islam en determinados países y conflictos parece sustentar el nuevo interés que despiertan ciertas realidades que se produjeron en al-Andalus. Pero ese interés contiene el sesgo de la imagen deformada y muchas veces reducida por los prejuicios, con la cual tiene que luchar en Occidente todo aquel que se plantee un acercamiento al mundo islámico, en su conjunto. El complejo de superioridad de Occidente no ha podido curarse todavía, a pesar de la larga historia de sus crisis y la impotencia que ha manifestado para cicatrizar sus propias heridas, lo cual no le impide erigirse en juez y dictaminar sobre la pureza de intenciones de otros pueblos y otras formas culturales.
Sin embargo, aquellos momentos señalados en la historia, en los cuales Oriente y Occidente lograron abrir puentes de complementariedad fueron precisamente los que se nos aparecen 

lunes, 17 de diciembre de 2018

AMARETTI CON CREMA MARRÓN


AMARETTI CON CREMA MARRÓN



Ingredientes
210 gr de polvo de almendras
3 Cucharadas de crema marrón (marrón de castañas, crema)
2 Claras de huevos
120 gr de azúcar glas
Agua de azahar

Elaboración
En un bol, mezclamos la harina de almendras y el azúcar glas.

Añadir las claras de huevo a punto de nieve, al bol y mezclar. Añadimos la crema marrón, mezclamos bien y guardamos en el frigorífico durante 1 hora.

Pre calentamos el horno a 180º.

Forramos una placa de horno con papel sulfurizado.

Saque la masa del frigorífico, humedezca las manos con agua de azahar, y forme bolitas de masa y luego aplástelas y pasamos por azúcar glas.

Colocamos las bolitas en la bandeja de horno, y horneamos 15 minutos, no es necesario que cocine demasiado, de lo contrario se endurecen mientras se enfrían. Deben de quedar más bien húmedas por dentro.

Dejar enfriar antes de servir.

¡Buen provecho!

ENSALADA OLIVIER


ENSALADA OLIVIER



Normalmente  llamada ensalada Rusa. La cual se ha convertido en una ensalada básica en los buffets de entrada de Año Nuevo (Sakousky) en Rusia y en los países de la antigua URSS.
Fue creada por Lucien Olivier en la década de 1860. Era el chefs del famoso restaurante francés de Moscow  “L’Hermitage”. La versión original tiene poco que ver con la que conocemos hoy, pues dependiendo de la temporada, podía tener, lengua de ternera, pechuga de pollo caviar, colas de cangrejo de  rio, alcaparras o pato ahumado. La receta de la salsa que acompañaba a esta ensalada era un secreto, aunque se suponía que era una especie de mayonesa. Yo he elaborado está a mi antojo.

Ingredientes
250 gr de pechuga de pollo cocida y cortada en daditos
2 Patatas grandes, cocidas, peladas y cortadas en daditos
2 Zanahorias, peladas cocidas y cortadas en daditos
200 gr de guisantes frescos o congelados
3 Huevos duros, picados
3 Pepinillos grandes cortados en daditos
Jugo de medio limón
150 gr de mayonesa espesa
1 Cucharada de mostaza
Eneldo fresco, o seco
Sal
Pimienta negra recién molida

Elaboración
En un bol ponemos todos los ingredientes, mesclamos bien, salpimentamos, removemos bien, añadimos la mayonesa, el jugo de limón y la mostaza. Mezclar bien suavemente, y servir con la ayuda de un molde sobre cada plato y adornar, a gusto. Bien con eneldo, huevos duros o tomates en rodajas finas, a gusto de cada uno.

Servir fria.

¡Buen provecho!

CUCHARITAS DE TARTAR DE SALMÓN Y ALCAPARRAS


CUCHARITAS DE TARTAR DE SALMÓN Y ALCAPARRAS



Ingredientes
1/3 de taza de queso crema de untar
Salmón fresco sin piel (lomo)
1 Cucharada de jugo de limón
1 Cucharada d perejil picado
1 Cucharada de cebolleta picada
2 Cucharadas de eneldo fresco picado (o seco)
1 Cucharada de mostaza de Dijon
1 Cucharada de alcaparras, escurridas y picadas
Pimienta negra recién molida
Ralladura de limón

Elaboración
Cortamos el salmón en daditos muy pequeños y colocamos en un bol, añadimos jugo de limón, las hierbas aromáticas, la mostaza, las alcaparras, el queso crema, mezclamos y sazonamos bien.

Compartir en cucharas de aperitivos y decorar con la crema restante si sobra, la ralladura de limón y la pimienta.

Refrigerar antes de servir.

¡Buen provecho!

BOLAS DE CANGREJOS


BOLAS DE CANGREJOS




Ingredientes
250 gr de abadejo de Alaska (o carne de cangrejo)
125 gr de atún desmenuzado y libre  de aceite
150 gr de queso de untar
1 Huevo
¼ Taza de leche
¼ Taza de panko o pan rallado
Mayonesa picante (con pimienta cayena en polvo o paprika)

Elaboración
En un vaso de la trituradora, ponemos el abadejo desmenuzado, el atún desmenuzado y el queso, batimos muy bien para integrar los ingredientes. Hasta que la mezcla tenga una textura uniforme y pegajosa.

Divide la mezcla en porciones y con ellas haz bolas, del tamaño de una pelota de golf.

En un bol, mezclamos el huevo y la leche, los batimos muy bien, sumergimos las bolas en él, y después las pasamos por panko o pan rallado.

Es posible congelar estas bolas en el congelador, después solo tiene que descongelar y listas para freír.

Calentar la freidora a 180º, y freír en ella las  bolas, hasta que estén doraditas.

Servir con mayonesa picante.

Servir calientes.

¡Buen provecho!